Editor Luis Godofredo
Pichardo/PNS Noticias.Com
Recordamos a nuestros dilectos lectores que esta Columna se fundamente en el periodismo político y
humorístico. No se trata de dañar reputaciones o agredir verbalmente a ninguna persona en su imagen o reputación.
La patrona “chapeadora”.
Este personaje existe en el mundo real. Como existe también el de Mr. Acero.
El Mr. Conoció a la damisela de la Cordillera a través de
un contacto familiar en el centro del trabajo. Y por sus excelentes relaciones
amistosas y por el derroche de su
dinero, el contacto de la patrona, que
es pariente muy cercano de la chapiadora, y que reside también en la zona
montañosa, que colinda con la provincia de Puerto Plata, aconsejó aparentemente
a su familiar que se lanzara a la
conquista del Mr, que aparenta un hombre serio, de trabajo y con dinero.
La patrona era una joven humilde y pobretona, hasta que conoció al Mr., A partir de ahí su vida
cambió, era feíta y lo sigue siendo. Pero hay que admitir que después del
chapeo de tetas, barriga y nalgas, su figura cambió y tomó otro giro.
Y el Mr., que es un “viejo verde¨”, se enamoró locamente de la campesina de la
cordillera, tierra del cacao, y las mandarinas, le compró una yipeta, una
pistola, y una hacienda cultivada de
cacao.
Luego de adquirir
la finca, le asfaltó el entorno para darle facilidad de entrada y salida a su
amada, pero no sin antes poner verjas y
techos de seguridad.
Las malas lenguas
del lugar aseguran que el Mr. le permitió un romance clandestino, pero
eso sí, ella lo negaba al principio y
alegaba que se trata de su primo y que por tal razón y parentesco lo nombró su
caporal de hacienda y de encomienda.
El primo caporal disfruta ahora de las mieles del campo
que produce la hacienda, también del placer de la vida con la patrona. Porque
la chapiadora no quiere ningún tipo de relaciones con el ex marido, que luce
realmente como un “coco baleado”.
El caporal vive a sus anchas en la hacienda, es el
comandante de la riqueza de la patrona y
se come el pan de cada día hasta cuatro veces cotidianas.
Ya no tiene que
cuidar los bienes en común de la pareja, porque la patrona rompió los vínculos de amor
y pasión con el Mr. Y le confesó, no
puedo seguir amándote, porque perdí el interés que nos unía y el amor que te
tenía.
Cuál entonces, era el interés de la patrona? Hoh… que se agotaron los molongos, porque ya los hierros no aguantaban más, y
fue preciso suspender el personal y las maquinarias.
Ahora el Mr. queda en el desconsuelo, sin amante, si
futuro, arrancao, y más viejo… y más verde que nunca
Pero nunca es tarde, el Mr. trata de surgir desde los escombros y la ceniza, no es fácil,
pero lo último que se debe pierde es la esperanza, aunque muchas veces se la
come un burro malvado, o perece por falta
de atención al cliente…
Finalmente debo consignar que la “patrona” merece nuestro
reconocimiento, porque le dio una lección de vida, el Mr, y prácticamente el
tiro gracia, quedó al borde de la indigencia, y la patrona, con hacienda,
yipeta, pistola, al término de profesión y con un primo caporal y marido.
No es la primera vez que ocurre una guerra en que el
adversario se tiene que retirar estratégicamente, vemos bien, que el Mr. Lo haya
tomado con calma, aunque anda bastante desorientado. (PNS).
No hay comentarios:
Publicar un comentario