La Metralleta de Don Godo
Recorriendo
la Línea Noroeste
tras una tradición religiosa
Por LGP Editor de PNS
Noticias/ Revista Nuevo Mundo & Revista Ventana Católica
Guayubín; Montecristi, (PNS)._ La tradición religiosa
de los católicos dominicanos se mantiene
en el todo el territorio quisqueyano, pero mucho más arraigado en las
comunidades y pueblos de la ruralía.
Creo, que la fe se adecenta entre los
dominicanos, por donde visitamos, descubrimos con frecuencia el entusiasmo de
rezadoras y rezadores, y a muchos adultos que acompañan estos ejercicios de
oración.
El cuarteto que aparece en la foto está compuesto por el Indio, el Breke, Gerardo López, y Radhamés, el dominico-boricua-norteamericano |
Nuestro aterrizaje en Guayubín se debió a un
acto de solidaridad con nuestros vecinos, que habían perdido un pariente en los
pasados nueve días y que se sospecha y rumora que murió a causa de una golpiza
que recibió de “desconocidos”, claro, que este concepto que se baraja popularmente,
es un sofisma, porque si es cierto, que
los familiares, amigos y relacionados, quizás no conocían al o/ a los
victimarios, el difunto sí tenía que haberlo conocido, por las características
del crimen.
Abatida por la pérdida de su esposo, la viuda Marzán, en el sillón amarillo |
El occiso no presentaba rasguños en su
cuerpo, ni laceraciones que hicieran temer por un accidente vial y el motor que
conducía apareció abandonado, pero sin daño ni desperfectos alguno.
La versión policial no se conoce a fondo y
los deudos y familiares no han visto el expediente que se levantó después del
experticio forense. El occiso, Miguel Emilio Marzán de 54 años, quien se dedicaba al oficio de soldadura. era muy apreciado en entre familiares, amigos
y relacionados. Su muerte ha sido impactante y muy lamentada en el vecindario donde residía y en el
entorno familiar donde se llevó a cabo su funeral.
Sobre la causa de su muerte se barajan muchas
hipótesis y corre el rumor de que un
enredo de faldas pudiera haber causado su deceso. Sus familiares abrigan la
esperanza de que se esclarezcan los hechos y se espera el resultado final de
una autopsia forense que se le
practicó y que supuestamente la justicia no entrega antes de los 90 días. Informes
extraoficiales y preliminares dan
cuenta de que se realizan gestiones para que la autopsia se entregue a la
familia antes de la fecha que establece la ley.
Parte de los asistentes al velatorio de Miguel Emilio Marzán, en Guayubín |
Una Hora Santa al vapor. Como estábamos observando
los movimientos en el entorno donde se
desarrollaba el velatorio de
nueve días, llegamos a la comunidad alrededor de las 10: 30 p.m., y los
dolientes, familiares y amigos retornaban de la iglesia local, donde terminaba
de celebrarse una misa por el alma del extinto, nos llamó la atención, la gran
cantidad de personas que se reunió en la casa materna del occiso a hora tan
temprana del día.
Al punto de las once de la mañana sirvieron
un suculento plato, que contenía un moro cristiano, con una carne de res y casabe serrano en abundancia, el sazón bien condimentado y
con una cocción precisa. El menú típico delicioso, con una excelente calidad y todo en
abundancia, vimos cuando cargaban un caldero lleno de alimento que había
sobrado, todos los asistentes comieron a su antojo.
Este grupo de mujeres participó en la hora santa, a la izquierda aparece un hombre de la familia |
Una señora muy entrada en edad, empuñó su
libro de oración y en aproximadamente 22
minutos terminó el ejercicio religioso y culminó la hora santa o rezo final,
pero es la costumbre de la comunidad, según me comentaron algunos de los
asistentes, al velatorio. Estaba
presente cuando comenzó el rezo, vi. mi
reloj cuando se levantó el telón.@
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