Guerra-Inflación-Crisis económica y éxodo migratorio
El efecto de estos cuatro factores puede conducir al mundo globalizado a una hambruna masiva. Y a una división geopolítica que divida el mapamundi en dos territorios y quizás hasta en tres.
Esa posibilidad podría ser positiva para evitar una geonomía imperial, similar a la que aspira Rusia y China, especialmente Rusia que con su política de expansión invade a su vecina Ucrania, sin ningún motivo justificado.
El dominio político, económico, bélico o territorial ha sido y sigue siendo la máxima aspiración de las potencias poderosas alrededor del planeta.
Es distinta la política de hoy a la de nuestro antepasado. Creo que no. Los intereses y los protagonistas de las guerras históricas de la antigüedad y las recientes, son muy similares. Cambian los nombres, los combatientes, y los estilos de pelear.
Antes de la II y III Guerra Mundial se combatía con flechas, arpones, espadas, caballerías, y estrategias militares acorde con la época.
Establecido lo primero, hablemos ahora del presente. Es de público conocimiento que el mundo que cuenta con alrededor de 200 naciones organizadas, solamente cuenta con un 15 a 20% de grandes sociedades, capaces de organizar una acción bélica, combatir, para perder o ganar, pero los países o sociedades pequeña o empobrecidas, sólo son puntas de lanza, o como se dice en el argot popular...carne de cañón.
Es el caso actual en la guerra que se libra en Ucrania, es la pelea del histórico Goliap, contra David. Goliap contaba con la fuerza superior, con las técnicas de combate, y David era un humilde adolescente que venció al guerrero famoso con una piedra disparada hacia frente con una honda.
La situación de Ucrania, si estuviera sola, fuera muy parecida a la de David, solo lograría vencer con la ayuda de Dios, como ocurrió, el mundo quedó sorprendido. En el caso de Rusia y Ucrania, la supremacía está del lado de Moscú, en armamentos, poderío militar, y poder económico.
Pero la suerte de Kiev y de Ucrania territorial está a punto de cambiar, la ayuda militar, económica y logística está fluyendo como río caudaloso. En el momento que escribo este artículo me entero de que Joe Biden, el presidente de EE. UU, propicia un cofre económico de 33 mil millones de dólares para mantener a Ucrania en pie de guerra por los próximos años.
Veremos si esta iniciativa logra un cambio de mentalidad con el emperador moscovita, si decide echar la pelea, la va a disfrutar, porque recursos tendrán suficiente el presidente Zelensky y su heroico Ejército. ( PND).
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