Naciones Unidas, Nueva York,
(PNS)._ Esta tarde entre las cinco y la siete de la noche le toca el turno para
hablar en la Asamblea General de la ONU, al presidente Luis Abinader Corona,
quien visita el organismo mundial en su calidad de presidente miembro y se
espera que toque temas importantes como la migración y hambruna haitiana, la
falta de sensibilidad de la comunidad internacional con el país más empobrecido
del continente latinoamericano y la zona del Caribe.
República Dominicana se ha
convertido en el primer y único suplidor de Haití, nación caribeña golpeada
fuertemente por fenómenos naturales, como ciclones, terremotos, y bandas
delincuenciales que se disputan el liderazgo delincuencial en la media Isla, a
un nivel que desde hace años están fuera de control, y las autoridades no
tienen los recursos o la disposición para enfrentarlos.
En los últimos meses se
agravó la crisis alimentaria y sanitaria, Y Haití es la nación caribeña que
menos vacunas ha aplicado a su población, tampoco llevan récords estadísticos
de contagiados o inoculados.
Y como si fuera poco
continúa la invasión silenciosa de haitianos hacia el territorio dominicano,
atravesando la frontera como un ladrón en la oscuridad. El gobierno dominicano
ofrece cifras de dudosas credibilidad, en cuanto a los haitianos que viven
legalmente en el país y sobre el éxodo de indocumentados.
La tragedia haitiana no solo
perjudica y desestabiliza a la República Dominicana, sino que además pone en peligro
la independencia y soberanía nacional. El estado dominicano gasta anualmente miles
de millones de pesos en una frontera porosa en que los migrantes ilegales
entran sin ningún tipo de dificultad- (PNS).
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