Eslovenia/Vaticano, (PNS).__
El Sumo Pontífice papa Francisco, reveló a un grupo de colegas jesuitas en Eslovenia, que durante su operación de
intestino: “Muchos me querían muerto”… y hasta llegaron a preparar todo para un
Cónclave para sustituirme.
Aunque no menciona por sus
nombres a los organizadores del Cónclave, se refirió a la cúpula conservadora
del Vaticano.
Mario Jorge Bergoglio, es un
jesuita probado una y otra vez, no es la primera vez que descubre una
conspiración en su contra, se recuerda que un cardenal y alto cargo de la
Iglesia no sólo pidió su renuncia, sino que conspiró con otros altos cargos
eclesiásticos para obligar al Santo Padre a renunciar.
El Vaticano aparenta ser una
madriguera de viejos cardenales, obispos y arzobispos conservadores, que no
superan los traumas del pasado ni sus directrices equivocadas.
Bergoglio es un sacerdote
jesuita acostumbrado al dime y direte de la Iglesia Latinoamericana, pero al
mismo tiempo un sirvo al servicio de Dios, la Iglesia católica y la humanidad.
Como un reformista fue
definido desde su inicio al frente de la Iglesia en el 2013 cuando fue elegido
papa Francisco, los cronistas que siguen su trabajo ministerial y apostólico no
pueden ubicarlo en otra dirección que no sea la de moralizar a la Iglesia desde
el tronco principal que estaba a la deriva, especialmente con las reiteradas
denuncias de latrocinio público de los principales cargos eclesiásticos desde
la misma estructura vaticana.
Las denuncias de pederastia
y homosexualidad estaban a la orden del día cuando el papa Francisco asumió el
cargo pontificio.
El dinero en metálico que
poseía la Iglesia antes de las demandas por abusos sexuales a nivel global era
suficiente para mantener la empleomanía y al Clero en general, pero decenas de
Diócesis alrededor del mundo tuvieron y tienen que desembolsar sumas
astronómicas en millones de dólares para saldar parte de esa deuda pendiente
con las familias católicas.
Francisco en su ministerio
apostólico ha llamado a la reconciliación y a reconocer con dignidad los
errores de los patriarcas de la Iglesia incrustados en los palacios propiedad
de la institución católica-cristiana más vieja de la humanidad.
El Papa está llamando
también a los pastores de la Iglesia, incluidos cardenales, obispos, arzobispos
y sacerdotes a salir a la calle a predicar el Evangelio, bajar del púlpito que
yace en la sombra e ir al encuentro de los cristianos necesitados. Quizás a esa
dejadez, o haraganería del Clero, primario, intermedio y alto se debe la
estampida de fieles que se ha producido en los últimos años. ( PNS).
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