, EE. UU, (PNS).__
La Casa Blanca tiene una crisis inmanejable por el momento, la avalancha de
miles de migrantes de diversos países que buscan entrar al territorio
norteamericano.
La prensa reporta más de
diez mil migrantes que están viviendo debajo de un puente por donde pasa el Río
Bravo, en casas de campañas improvisadas viven apretujadas entre cinco y diez
personas.
No tienen sanitarios para
sus necesidades, ni baños para combatir las altas temperaturas de la zona
texana, se bañan al aire libre en las aguas del caudaloso río y allí secan sus
ropas, en la mayoría de los casos las que tienen en uso, y la asistencia de las
autoridades mexicanas o estadounidenses es prácticamente nula. Ambos países buscan
la forma de quitarse esa pesadilla de encima.
Pero la migración itinerante
es un problema del mundo actual y globalizado, según reportes de las Naciones
Unidas en la actualidad se movilizan 82 millones de migrantes que saben cuando
salen de sus respectivos países, pero no saben cuando llegan a un destino
desconocido y de rechazo.
Este problema migratorio,
más la sorpresiva salida de Afganistán, y la oposición rabiosa de los
republicanos hacen difícil una eficiente administración de Joe Biden y el
Partido Demócrata, pero Biden un veterano político y legislador estadounidense
continúa dando la batalla. Y como si fuera poco hoy se anuncian marchas por el
asalto al Capitolio en los alrededores de la Casa Blanca y el Capitolio. (PNS).
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