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Luis Godofredo Pichardo
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miércoles, 4 de enero de 2012

Un patrimonio olvidado de la Humanidad: El Descubrimiento del Nuevo Mundo


La ciudad de la Isabela
 Por Luis Godofredo Pichardo/Director de PNS Noticias.Com
  El Castillo, La Isabela, República Dominicana, (PNS)._En este Municipio norteño de la Isla La Española enclavado al borde de las aguas cristalinas del Atlántico yacen los restos de la antigua ciudad de La Isabela, la  que obtuvo ese nombre en honor de la Reina Isabel de España., y la primera del Nuevo Mundo.
Réplica de la Santa María, la que capitaneaba Cristóbal Colón

  Aquí  desembarcó el gran almirante genovés Cristóbal Colón en 1492, junto a la tripulación  que le acompañaba. En principios se habla de tres embarcaciones, pero la flota creció y en el segundo viaje eran de 17 naves, según puede apreciarse en el  dibujo de la época.
Los aventureros o emprendedores  que acompañaron al marino italiano Cristóbal Colón en su  excursión a la India, y que por desconocimiento de los océanos y por la  agitación del personal de a bordo en  las embarcaciones   se desviaron  hacia las aguas del mar caribe, viniéndose  a encontrar con territorios del continente americano, avistando tierra cerca de las Bahamas, en una isla que el descubridor bautizó con el nombre de San Salvador.
  Fue desde allí y creyendo que estaba en el continente sudasiático de las tierras de la India donde emprendió la exploración de las principales islas del mar caribe, descubriendo primero la que llamó La Hispaniola, que actualmente comparten la República Dominicana y Haití,  luego a Cuba, Puerto Rico, y otras islas adyacentes que se denominan el caribe anglófono.
  Colón, aún creyendo estar en territorio indio eligió para  establecer su guarnición y asentar los primeros colonizadores que vinieron junto a él,  la costa del norte,  en el lugar que hoy lleva el nombre la ciudad quinto centenaria de La Isabela. 
La flotilla en que desembarcaron los colonizadores







  Fue la primera ciudadela fundada por los colonizadores o descubridores. En sus ruinas se encuentran vestigios del primer fuerte militar, la primera iglesia católica, el primer cementerio, y los espacios donde se fabricaron las primeras casas para los españoles inmigrantes, también se ha ubicado el lugar donde se horneaban las tejas y otros materiales compuestos de  rocas y otros minerales que sirvieron de base para las primeras construcciones, y  que al parecer fueron viviendas confortables para la época en que se erigieron.
  La residencia o casa de Colón como se describe históricamente  el lugar donde fue levantada, fue una construcción fortificada, usándose un espesor de mezcla parecido al concreto armado que todavía puede apreciarse en toda su dimensión  y que mide decenas de pulgadas de ancho y grosor, y cuentan los historiadores de la época que su seguridad permitía resistir la fuerza de un cañón de los que usaban los barcos piratas de la época o de  cualesquier otro adversario que apareciera en el mirador marítimo que constituía la ubicación de la residencia del navegante.
En este bloque de piedras estuvo prisionero el Cacique Caonabo por tres días en la Casa de Colón


  Se destaca un árbol  milenario parecido al Guayacán que el guía Bernardino Fernández  ubica en más de un milenio de existencia y del que se cree muchas veces utilizó Cristóbal Colón para reflexionar sobre su aventura, de la que hay que suponer se arrepintió en más de una ocasión.
  Además de  las tejas, piedras labradas y cortadas con  sierras artesanales muy finas, hay otras reliquias en el lugar: como son la osamentas de un cadáver que se puede apreciar en su sepultura, las cruces en el campo santo, una tienda de artesanía, un museo que recoge toda la historia de la colonización, con sus personajes más importantes, sus leyendas autóctonas, las costumbres tainas, y sobre todo,  rastros de cómo era la existencia de los recién llegados y los nativos.

  Una creencia falsa que todavía persiste y que reportero  PNS pone en evidencia para el conocimiento y orientación  de la presente y  de venideras generaciones
es la distorsión que se ha dado a la conducta y comportamiento del Almirante, no hay una sola evidencia de que participara en maltratos ni en crímenes contra los indígenas nativos y erróneamente se le atribuye haber diezmado a los indios a su arribo a la Isla Quisqueya, que era como la llamaban los aborígenes.
  Algunos escribidores  han testimoniado sobre la extinción de los indios nativos, pero han sido negligentes en especificar quién quiénes fueron sus verdugos, permitiendo con su actitud que se involucrara el nombre de Colón, como si se tratara de un dictador criminal,  pero los hechos que registra la historia de la época no contemplan una actitud criminal del descubridor del Nuevo Mundo.
Cristóbal Colón pisando tierra continental, detrás una canoa desembarca los marineros
  El papel de Colón se circunscribió al descubrimiento de  nuevos territorios y a poblarlos con la gente que trajo consigo utilizando la mano de abra de los nativos, pero de ahí a pensar que era un burdo criminal no responde a la verdad histórica. Hay que recordar que el propio Colón fue humillado, degradado y encarcelado
  Los indígenas,  al igual que los españoles morían de enfermedades locales por falta de medicina y de médicos. Luego de que Cristóbal Colón volviera a España en su tercer viaje en calidad de prisionero y muriera en la ciudad de Valladolid,  entonces fue real el hecho de que los españoles que vinieron en la primera expedición, como el resto de sus compatriotas se comportaron como esclavistas de los aborígenes, utilizando en la producción de riquezas personales y luego eliminándolos porque ya no podían servir a los fines para los que se emplearon en la primera etapa que era la de trabajar las tierras para sus amos colonizadores  ( Reportaje del Servicio Panamericano de Noticias).

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