Con los adelantos de la tecnología, con las grandes inversiones económicas que se han hecho en los últimos tiempos, debíamos contar con una economía floreciente, sin recesión ni inflación.
Pero factores externos, como la guerra de Rusia, contra Ucrania, la pandemia del Covid 19, y las grandes inversiones en armamentos de guerra, entre otros, son responsables de la penuria y hambruna en África y en otros entornos de nuestro planeta.
El avance tecnológico en vez de ayudar a cambiar el estatus de pobreza, lo que hecho es multiplicarlo.
La única igualdad que se ha logrado, es que los ricos son más ricos, y los pobres son más pobres.
Las grandes plataformas digitales, así como las grandes empresas, obtienen todas las ganancias de sus capitales invertidos, capitales que cada día crecen más, porque el trabajador y productor de riqueza es cada vez más explotado.
El contribuyente, es el mejor pagador de impuesto que existe dentro del sistema económico, capitalista y global, quizás, no porque el contribuyente lo quiera así. Si no, porque es el consumidor de cada día, y le cobran impuesto por todo lo que consume, menos por respirar aire contaminado, de los desechos invernaderos, que ya envenenaron la atmósfera sideral.
Es decir, que la crisis que acogota a la humanidad, de una guerra insensata en Ucrania, por capricho del emperador ruso Vladimir Putin, que ya sobrepasa los 100 días y se contabilizan treintenas de miles de muertos y heridos, de los soldados en combate, de los civiles inocentes acribillados, y alrededor de ocho millones de refugiados.
Cuando podría terminar esta tripleta de desgracias que amenaza a la presente civilización, guerra, Inflación y recesión, cuando se inicie un diálogo de paz a nivel diplomático, con seriedad, y se deje de estar jugando con el destino de la humanidad y se refuercen los niveles de seguridad, para mantener una paz estable y duradera entre todas las naciones.
La guerra es una realidad tangible y evidenciable. Igual que la hambruna, que la crisis económica y la inflación, los lideres de las grandes potencias tienen la llave de la solución, a través de un diálogo civilizado, sin que una nación quiera destruir a la otra. Quién sale ganado en una guerra, los fabricantes de armas y los que prestan dinero con usura.
( PNS).
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