La diplomacia dominicana vuelve a renacer
Los dominicanos debemos sentirnos orgullosos y favorecidos, por las buenas relaciones diplomáticas que actualmente cultiva la República Dominicana. Los gobiernos que nos representan en el exterior, son cada más acequibles y respetuosos. Al igual que ocurre con nuestra Cancillería, que es el Ministerio de RE, que dirige y proyecta la política exterior.
Durante medio siglo la diplomacia dominicana se convirtió en un ente ambivalente y arrabalizado.
Los representantes diplomáticos dominicanos eran escogidos al azar, luego de la caída de la tiranía trujillista en 1961.
No había diplomáticos de carrera en el Servicio Exterior, no porque escasearan, en la República Dominicana, sino porque los gobernantes de turno arrabalizaron las sedes diplomáticas y consulares, nombrando como representantes diplomaticos y consulares a parientes familiares cercanos y a activistas políticos de los gobierno de turno, no hubo excepción, todos y cada uno de los gobernantes de turno, lo presidentes de la nación, hicieron lo mismo, favorecer a gentes de su entorno.
Pero gracias a Dios, que ahora se ha instalado un estilo de gobierno diferente, no clientelista, aunque aún todavía quedan muchos favorecidos, especialmente, en el área consular, que no es diplomática, en sí, sino representativa comercial de cada país representado. Se nota un cambio favorable, pero hay que seguir podando la mata, es decir, corrigiendo los entuertos de nuestra Cancillería del reciente pasado. ( PNS).
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