El mundo díscolo. En el Donbás, incluso, el Kremlin nombró a un experto anexionista para que valores las estructuras y territorios que interesan a Moscú, así como los territorios fértiles de la región Este de Ucrania.
El huevo sobre la piedra. Qué está pasando con la rendición de tropas ucranianas a Rusia, que el heroísmo hace patria, y los misiles supersónicos hacen destrucción, aunque haya buena intención no basta, mientras Ucrania combate con 110 mil soldados, Rusia lo hace con 750 mil soldados tres millones de reservistas entrenados, más lo reclutas y voluntarios.
En la estrategia proxy. Cuáles son los que salen ganando, los que sirven de mulas, como las tropas ucranianas, o las grandes potencias que financian las actividades de ese tipo de guerra fría o subterránea, la respuesta es simple. Los poderantes aportan armamentos, dinero, asesoramiento, pero no entran en combate, y solo hay un perdedor, el que sirvió de instrumento.
Democracia & Autoritarismo. A los occidentales que creemos en la democracia y rechazamos el autoritarismo nos duele escuchar que las tropas patrióticas se rinden en Ucrania, pero la fuerza duplicada por siete le dobla el pulso al atleta más acometedor. La guerra en Ucrania no se ha perdido, pero lo que observamos es que los daños materiales, las pérdidas humanas, la pérdida de reliquias históricas milenarias no van a regresar, y cuando se gana una guerra con el territorio y el Ejército utilado se trata de una victoria pírrica.
Los dictadores de AL Ayer vimos al enano mental de Nicaragua, Daniel Ortega, vociferando contra la decisión de la Casa Blanca de no invitar a los dictadores presidente de América Latina, a la Cumbre de Las Américas, y decía que a esa casta perversa hay que respetarla, cómo respetar a un fantoche que surge de una Revolución como la Sandinista, se convierte en un pelele de una anciana, que él nombra como su vicepresidenta, y se empoderan de Nicaragua, robando lo poco que había y encarcelando a los opositores. Lo mismo ocurre con el dictador cubano Miguel Díaz Canel y Nicolás maduro de Venezuela. Hasta la próxima si Dios y ustedes lo permiten. ( PNS).
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