Editorial del Servicio Panamericano de Noticias
La destrucción masiva en territorio de Ucrania parece no importarle a nadie. Los aliados occidentales y supuestos defensores de Ucrania, se limitan a celebrar reuniones tras reuniones, y a ejercer cierta presión diplomática, y el paquete de sanciones económicas impuesta a Rusia, todavía no surte efecto.
Las finanzas, la economía, y la alimentación, parecen marchar con cierta normalidad, al menos es lo que se vislumbra en el escenario exterior, no se habla de una crisis alimentaria en Rusia.
Los críticos occidentales hablamos de deterioro, de las tropas rusas, de falta de municiones, y de pérdidas humanas en demasía, pero observando la destrucción de la región este del Donbás, parece, que nuestros comentarios son más que un deseo, una inquietud.
El presidente ruso, Vladimir Putin, como todo un emperador indomable, termina de proclamar en el día de ayer, que es imposible aislar o ignorar a Rusia. Expertos en espionaje, hablan de cerca de 30 mil soldados muertos de parte de Rusia, pero esa cantidad es una ínfima minoría para un ejército que cuenta con 750 mil soldados, y con la mejor artillería que posee el mundo de hoy.
Encomendémonos a Dios, para que nos ayude a encontrar un camino de paz, y al buen juicio de los líderes mundiales, para que no se envuelvan en una conflagración mundial que conduzca a la Tercera Guerra Mundial. ( PNS).
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