PRD pide destitución funcionario JCE: Hipólito asegura dará lista a la prensa de funcionarios corruptos
Redacción Central, ( PNS)._La destitución del jefe de cómputos en la sede de la Junta Central Electoral,
ha desatado una campaña de cuestionamientos que pone en una situación difícil de credibilidad y lealtad
a la ciudadanía y a los votantes en general de parte del presidente de ese tribunal, el licenciado Roberto
Rosario, un ciudadano que pproyecta dudas sobre su responsabilidad como funcionario público.
Aunque Rosario no ha dicho públicamente que es seguidor partidario del candidato oficialista, sí ha
demostrado desde el inicio de su gestión que es arrogante y conflictivo.
Su elección como funcionario principal a la JCE, tuvo salpicado de dudas y de mucha polémica pública,
aparenta ser un hombre de tradicción trujillista, o simpatizante de la dictadura como forma de gobierno.
Todas las iniciativas democráticas que llegan a su manos son ignoradas o rechazadas y es peligroso el
mantenimiento de un servidor público como él, al frente de un organismo elector como lo es JCE, que tiene la responsabilidad de ser un juez imparcial, antes los núcleos electorales que participen en las elecciones del próximo año.
Sus actuaciones públicas lo presentan como un dictatorcillo comprometido con algun plan del gobierno
para ganar las elecciones de mayo del 2012, y esta teoría tendría su fundamento en que los principles
dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana están apoyando a través de la prensa nacional sus
iniciativas y proyectos.
Tiene razón, el Partido Revolucionario Dominicano, cuando pide la destitución del funcionario que está
al frente del departamento de cómputos por no ser confiable ni creíble. Es como se dice en el argot
popular de la política dominicana, un alicate del presidente de la Junta Central Electoral.
Todavía se está a tiempo para devolver la credibilidad a la JCE, y es fácil, que los partidos de oposición
unifiquen criterios y se obligue a la renuncia del organismo a Roberto Rosario y a cualquier otro
funcionario que esté salpicado de dudas.
Pero si se quiere tener un proceso electoral transparente, pacífico y creíble, no debe tolerarse la
presencia de Rosario en el organismo, ni la de ningún otro sospechoso de tirar hacia las esferas del
oficialismo.
En otro tema relacionado con este artículo, es loable la actitud de Hipólito Mejía, de denunciar los
nombres de los funcionarios corruptos en el presente gobierno. Si eso llega a ocurrir, el presidente
Leonel Fernández quedaría solo en el Palacio Nacional, por entenderse que aquí respetamos a los
presidentes, aunque éstos sean corruptos hasta la médula.
Los dominicanos buenos y decentes, deben esperar con alborozos las denuncias de Mejía, y haber si
de esa manera se envía al primer ladrón de los bienes públicos a una de las cárcels de nuestro país.
Sería un buen ejemplo para las otras democracias de media tinta que nos rodean en El caribe y nuestro
continente.
Volviendo a la Junta Central Electoral, la crisis se extendió a Santiago, la segunda ciudad en
importancia de la República Dominicana, uno de los jueces anunció que renunciaba en solidaridad con
uno de sus compañeros cancelado recientemente, pero el presidente del organismo dice que él no ha
cancelado a ningún funcionario en esta ciudad cibaeña, igual, ha dicho el pusilánime que funge de
presidente de la JCE en Santiago, a quién, al parecer, lo único que le interesa es el cargo, aunque se
hunda el barco con la tripación dentro.
Parece que con los movimientos calculados que se realizan desde la sede de la JCE, el gobierno trata
de tomarle el pulso a la oposición, y en especial, al candidato del PRD, pero en el Cibao hay un refrán
que reza: " que puerco no se rasca en javilla", y si los promotores de la campaña política del candidato
peledeísta creen que van amedrentar a Hipólito Mejía, cuán equivocados están.
Por otra parte, la ciudadanía percibe un cambio político o de relevo, que necesariamente debe llevar de
nuevo al Palacio Nacional, al ex presidente Mejía Domínguez, es más creíble, más sensato, y tiene mejor
conexión con los electores que el candidato oficialista que aparenta sufrir de frenillos, porque tiene mucha dificultad para comunicarse claramente con sus interlocutores.
Mejía Domínguez, es un candidato de pueblo, campechano, que entiende las necesidades del pobre
dominicano y no tiene que esperar a que se acerque el ciclo de las elecciones generales para comunicarse con el pueblo, como lo está haciendo en estos momentos el presidente de la República y el candidato del PLD.
(PNS).-
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