La Columna de Luis Godofredo
Pichardo
Editor de PNS Noticias.CoM
¿Dictaduras populistas o
políticos chapuceros? América Latina está
entrando en un proceso altamente peligroso. Se dice que tenemos democracia
plena y representativa en el Hemisferio occidental, pero muchas veces me
pregunto, es democracia representativa, la de
Brasil, la de México, la de
Venezuela, la de Bolivia, la de Nicaragua, la de Haití, la de República
Dominicana, la de Panamá y Colombia.
Michel Miguel Elías Temer, presidente transitorio de Brasil |
La respuesta a mi inquietud
interpretativa, es que la democracia latinoamericana es una careta de carnaval
mal diseñada y usadas por unos lechones (cerdos) que se hacen pasar y
representan a una clase política en vía de extinción, como es la del
caudillismo político regional.
No puede haber democracia
donde un Nicolás Maduro se reelige sin adversarios contendientes. Tampoco puede
haberla donde un Evo Morales, busca una cuarta reelección, donde un Rafael
Correa, después de diez años en el poder, buscaba seguir a caballo en la silla
de los alfileres…
Pero que se puede esperar
del presidente Temer, en Brasil, de Mauricio Macrí, en Argentina, de las
elecciones del próximo domingo en
Colombia.
Del proceso electoral
mexicano, el presidente Enrique Peña Nieto, se ha visto forzado a dinamizar el
presente escrutinio electoral. Pero… ¿ quién marcha en la delantera de las
encuestas?: un conservador derechista de ultranza que no representa nada para
los cambios que busca y necesita la sociedad azteca.
El caudillismo político es poco pensante y les importa un bledo a quienes gobiernan |
Hay muchas telas por donde
cortar. Los principales gobernantes del Continente se dice y se hacen llamar
representantes de la democracia representativa, pero una democracia al estilo
gaucho…, o con bandas sonoras. No se sabes, lo que sí está fácil de interpretar,
es cómo los políticos hemisféricos del
momento se enganchan con facilidad y salen con muchas dificultades.
Primero, entran a la
gobernabilidad por el supuesto clamor popular, que no es más que una caricatura
de la realidad que vive el conglomerado social latinoamericano, pero que ya
dentro de la administración pública se aferran al poder, como algo de propiedad
exclusiva.
Así se maneja el dinero de los pobres, los ricos explotan a los contribuyenes |
Es decir que se puede
calificar al mundo del siglo XXI, como una sociedad tramposa, comprometida,
impune, injusta y soberbia.
Quisiera equivocarme, y tener que echar hacia atrás estas
consideraciones, pero en el mundo de la comunicación en el que vivo y actúo no
me deja salidas diferentes.
Tenemos una
sociedad capitalista y empobrecida al mismo tiempo, una democracia funcional,
pero para una clase política altisonante,
que tiene capital de trabajo para
enfrentar los gastos de compra y venta de conciencias, porque el hambre y la pobreza
no esperan.
Pienso que somos
prisioneros del oportunismo económico, que comienza con el blanqueo de dinero y termina pariendo una clase
parasitaria dominante, que se hace llamar clase política empoderada. (PNS).
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