Luis Almagro… el personaje del año
como inútil y desaprensivo en la OEA en Tribuna del Periodismo
Luis Godofredo
Pichardo/Editor-Director de PNS Nocias.Com
No conozco personalmente a Luis Almagro, el uruguayo que
salió premiado con el cargo de Secretario General de la Organización de Estados
Americanos (OEA), pero lo felicito por la buena suerte que tuvo al salir
premiado con cinco años de vacaciones en Washington con todo pago, y sin
compromiso de devolverles nada a los contribuyentes.
La OEA era un
organismo incoloro, amorfo y sin capacidad de accionar para lograr algún tipo
de acuerdo regional de armonización política, o de reconciliación nacional.
Me atrevo a
proponer que se le cambie el nombre y la estructura política de la OEA y se le
nombre en lo adelante como un Club Vacacionista en Washington para hacer vida
social y tomar un descanso del trajín ocupacional de los beneficiarios de esa matrícula
diplomática latinoamericana.
La OEA hace muchos años que dejó de llenar sus funciones
para la que fue creada. Hoy es una entelequia diplomática, asentada en Washington donde sus embajadores
viven una vida de lujo y banalidades que pagan los contribuyentes del
continente.
En la historia de la OEA se habían registrado muchos
casos de negligencia, de dejadez, de olvido y abandono, y habían estado al
frente de ese organismo muchos secretarios generales, pocos inteligentes, sin conocimiento de
política o diplomacia internacional, pero ningunos de ellos, con las características de Almagro, éste es un
energúmeno mental. En sus actitudes y gestiones sobrepasa la estupidez.
Luis Almagro, un diplomático sin penas ni gloria |
Deberíamos
seleccionar a Luis Almagro, como el hombre de año al frente de la OEA, o como
el representante más torpe de la
diplomacia latinoamericana.
Me inclino por lo segundo, nunc a antes tuvo la OEA un
funcionario tan inútil y torpe como este fulano que pagamos los contribuyentes
de todo el continente.
Porque no podemos olvidar. Que somos los esclavos de la contribución
fiscal quienes pagamos las vacaciones a esta clase política parasitaria.
En definitiva, la
OEA debió de haber desaparecido desde
hace varias décadas del escenario político hemisférico, pero estos truhanes que se guillan de
diplomáticos quieren que siga su supervivencia gratuita en la capital
norteamericana.
Volviendo al triste papel de Almagro, éste personaje es
un desvergonzado, si tuviese una pizca de vergüenza hace tiempo que había
presentado su renuncia.
Fracasó en su
gestión en la crisis venezolana, ahora actuó como un simple observador en
Honduras y después de varios muertos en protestas callejeras, ahora se destapa
que él quisiera que celebren nuevas elecciones en Honduras. ( PNS).
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