Panorama
Internacional
La
Globalización no sólo desterró el comunismo como ideología, sino que lo hizo
también como sistema político de
gobernabilidad. La humanidad nunca esperó que se produjeran cambios tan
drásticos y fundamentales como los que se registran en la globalización
mundial.
China rivaliza con Estados Unidos en
exportación e importación y va ganando mercados y terreno en los continentes
más pobres, y desplazando a los exportadores norteamericanos.
Por Luis Godofredo Pichardo/
Editor del Servicio Panamericano de Noticias
¿Hasta
donde es cierto que la globalización desterró al comunismo internacional?
Redacción Central de ( PNS)._ Como en todas
las grandes transiciones, primero se ve el efecto visual del usuario-consumidor
y luego las consecuencias reales del cambio que se busca introducir.
El mundo de hoy está simbolizado por este globo terrestre. La globalización es la aplicación del capitalismo como única forma de crear riqueza y enriquecer a los ricos aún más y más |
En el pasado, las grandes potencias imperiales luchaban unas
contra las otras por mantener su propia hegemonía. Ahora la lucha encarnizada
es por el aumento del capital de inversión que crean las monstruosas multinacionales, que quitan y
ponen gobiernos a su antojo.
Hoy no hablamos del sistema político ruso,
sino de la capacidad de crear riquezas, lo que Rusia criticó por más de 70 años
hoy lo abraza como su tabla de salvación. El capitalismo puro y simple, la
economía soviética de actualidad es tan occidental como las demás aunque quizá
con algunos rasgos de diferencia, y es que Moscú trata de profundizar en la
tecnología de punta para no rezagarse con relación a sus vecinos fronterizos.
Toda Europa busca insertarse dentro del manto protector del capitalismo.
Eso es la globalización, un capitalismo que
funciona sin complicaciones, el que quiere lo rechaza y se queda en el
anonimato y en la pobreza y el que asume
la economía globalizada y cuenta con las herramientas de producción que exigen
los nuevos tiempos, ese puede hablar de progreso, de estándares de vida
confortables y de poseer sistemas políticos de gobernabilidad acorde con la
globalización.
El comunismo queda en el pasado, es como un
barco de guerra de la segunda guerra mundial, que en su momento rindió un gran
servicio a la patria a la que servía, pero hoy es una chatarra, nadie la quiere
a menos que no sea para reciclarla, pues eso significa el comunismo que
prevalece en el mundo, naciones como China continental que cuenta con 1.400
millones de habitantes fue asumiendo poco a poco el sistema capitalista y en
poco más de diez años ha sorprendido a la humanidad, dinamizando su economía
con la que amenaza en convertirse en el líder mundial de la producción de
riqueza.
Y no se trata de un cuento ni de un chiste,
es que los chinos de hoy viven y quieren seguir viviendo como en las mejores
economías del mundo, con carros de lujo, viviendas confortables y alimentación
de primera.
Esta caricatura lo dice todo en pocas palabras |
La marca china de producción usted la
encuentra en todas partes y hay mercancía de primera y cara, y de segunda que
compite con el mercado más empobrecido o exigente.
Japón,
Taiwán, Corea del Sur, la India, Pakistán, Filipinas, Indonesia, y otras
naciones asiáticas siguen los mismo pasos de China y algunas las directrices de
Pekín y a ello se debe la evolución de su económica rápida y con un crecimiento
sostenido.
Pero en el bloque asiático hay que poner a
Japón como pionero del progreso del siglo XXI, antes de que China diera el paso
hacia un modelo capitalista, que los chinos dicen no es occidental, al menos al
estilo estadounidense, pero al estilo asiático, como ellos lo avizoran, pero que en la
práctica le ha dado tan buenos resultados.
El modelo económico chino es el réquiem del
comunismo ortodoxo en todo el mundo. América Latina batalla por insertarse en
el modelo chino y avanza, economía como la del Brasil, Argentina, Chile y
México entre otras han logrado una cobertura especial y abundante en sus exportaciones
de bienes de consumo hacia el mercado chino y la respuesta ha sido contundente, una mejoría consistente de sus respectivas economías.@
La
Globalización no sólo desterró el comunismo como ideología, sino que lo hizo
también como sistema político de
gobernabilidad. La humanidad nunca esperó que se produjeran cambios tan
drásticos y fundamentales como los que se registran en la globalización
mundial.
En el pasado, las grandes potencias imperiales luchaban unas
contra las otras por mantener su propia hegemonía. Ahora la lucha encarnizada
es por el aumento del capital de inversión que crean las monstruosas multinacionales, que quitan y
ponen gobiernos a su antojo.
Hoy no hablamos del sistema político ruso,
sino de la capacidad de crear riquezas, lo que Rusia criticó por más de 70 años
hoy lo abraza como su tabla de salvación. El capitalismo puro y simple, la
economía soviética de actualidad es tan occidental como las demás aunque quizá
con algunos rasgos de diferencia, y es que Moscú trata de profundizar en la
tecnología de punta para no rezagarse con relación a sus vecinos fronterizos.
Toda Europa busca insertarse dentro del manto protector del capitalismo.
Eso es la globalización, un capitalismo que
funciona sin complicaciones, el que quiere lo rechaza y se queda en el
anonimato y en la pobreza y el que asume
la economía globalizada y cuenta con las herramientas de producción que exigen
los nuevos tiempos, ese puede hablar de progreso, de estándares de vida
confortables y de poseer sistemas políticos de gobernabilidad acorde con la
globalización.
El comunismo queda en el pasado, es como un
barco de guerra de la segunda guerra mundial, que en su momento rindió un gran
servicio a la patria a la que servía, pero hoy es una chatarra, nadie la quiere
a menos que no sea para reciclarla, pues eso significa el comunismo que
prevalece en el mundo, naciones como China continental que cuenta con 1.400
millones de habitantes fue asumiendo poco a poco el sistema capitalista y en
poco más de diez años ha sorprendido a la humanidad, dinamizando su economía
con la que amenaza en convertirse en el líder mundial de la producción de
riqueza.
Y no se trata de un cuento ni de un chiste,
es que los chinos de hoy viven y quieren seguir viviendo como en las mejores
economías del mundo, con carros de lujo, viviendas confortables y alimentación
de primera.
China rivaliza con Estados Unidos en
exportación e importación y va ganando mercados y terreno en los continentes
más pobres, y desplazando a los exportadores norteamericanos.
La marca china de producción usted la
encuentra en todas partes y hay mercancía de primera y cara, y de segunda que
compite con el mercado más empobrecido o exigente.
Así está el mundo productivo de la actualidad en manos de los poderosos. Los pobres sigue rabajando para los ricos. Las teorías políticas han sido desplazadas por el capitalismo |
Pero en el bloque asiático hay que poner a
Japón como pionero del progreso del siglo XXI, antes de que China diera el paso
hacia un modelo capitalista, que los chinos dicen no es occidental, al menos al
estilo estadounidense, pero al estilo asiático, como ellos lo avizoran, pero que en la
práctica le ha dado tan buenos resultados.
El modelo económico chino es el réquiem del
comunismo ortodoxo en todo el mundo. América Latina batalla por insertarse en
el modelo chino y avanza, economía como la del Brasil, Argentina, Chile y
México entre otras han logrado una cobertura especial y abundante en sus exportaciones
de bienes de consumo hacia el mercado chino y la respuesta ha sido contundente, una mejoría consistente de sus respectivas economías.@
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