Panorama
Internacional
Por Luis Godofredo Pichardo/
Editor/Director /Servicio Panamericano de Noticias
¿Podría Raúl Castro transformar la Revolución Cubana?
Fidel, a pesar de sus 85 años sigue asesorando a su hermano Raul |
Raúl Castro es posible que
no sea más inteligente que su hermano Fidel, pero
es más pragmático, y está atravesando un ciclo difícil de su
Gobernabilidad en materia
económica, el embargo norteamericano sigue pesando fuerte en la economía
cubana, y Raúl está convencido de que hay que aflojar un poco la tuerca de su
posición diplomática con Washington.
La Casa Blanca ha dado leves indicios de que
desea arreglar sus relaciones con Cuba, pero Barack Obama no se arriesga a
profundizar en el tema porque tiene la oposición de los republicanos, que son
los defensores por décadas de los exiliados cubanos que han hecho un excelente
negocio con su propia tragedia.
Pero parece llegado el momento en que La
Habana y Washington se sienten a dialogar
abiertamente. Por un lado el exilio
ha quedado sin liderazgo creíble o sostenible, sus principales dirigentes son
ancianos retirados o han muerto, los que
viven lo hacen en el último ciclo de su existencia y la
generación joven descendiente de la diáspora cubana es norteamericana genuina y
le importa poco lo que ocurra con sus progenitores en materia política.
Fidel al mando de la Revolución cubana. Luego vino el embargo económico |
Los jóvenes descendientes de la diáspora
cubana buscan insertarse y lo están logrando en las asambleas legislativas
estadounidenses y como norteamericanos defienden los intereses de los electores
sin tomar en cuenta el pasado de sus progenitores.
Raúl
Castro y el liderazgo cubano de la Isla están conscientes de esa realidad y les
dan seguimiento. Es debido a ese rejuego de la política norteamericana que Raúl
ha comenzado a introducir cambios que van desde la flexibilidad inmigratoria,
hasta los intercambios comerciales.
Puede afirmarse que las relaciones
cubano-norteamericanas se mantienen casi a un nivel de normalidad, exceptuando
que el libre intercambio comercial sigue obstaculizado por la rigidez,
testarudez y proteccionismo del Congreso norteamericano.
En el campo de la diplomacia internacional del siglo XXI no cabe la media
tinta, y es por el ello que ha comenzado
el deshielo entre Cuba y Estados Unidos, ambos se necesitan porque cada uno se
beneficia de una buena relación comercial.
No podemos olvidar que Cuba es el vecino más
cercano de Estados Unidos, a sólo 90 millas de los Cayos de la Florida, y las tradicionales
relaciones turístico-comerciales cubano-estadounidenses fueron excelentes en el
pasado, hasta el punto de que La Habana
y Miami se confundían en sus intercambios cotidianos.
Al principio se creyó que Raúl no sacaría el gobierno cubano a flote, pero el tiempo le acredita como un excelente jefe de estado |
En la doctrina de la globalización económica
los aprendizajes son rápidos y fáciles de asimilar, el gobernante que quiera sobrevivir
y ver florecer su economía tiene que
buscar nuevos capitales de inversión, pero el dinero no se presta sin garantías
ni se regala, las multinacionales que son las que gobiernan al mundo, tienen
sus reglas de juego, a veces no muy claras ni favorables a las naciones pobres,
pero son las que posee el capital de inversión y por ende establece sus propias
leyes y códigos.
Hay que ir más lejos, instituciones como el
Fondo Monetario Internacional
(FMI) el Banco Mundial (BM)
y Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos similares se han
convertido en el paraguas de las multinacionales.
Estoy convencido de que Cuba tiene una excelente oportunidad
para transformar su economía y para lograr que se le levante el embargo
económico estadounidense, Qué hay que hacer? Que Raúl Castro siga introduciendo
cambios y que haya un giro de la política oficial cubana de “comunismo
ortodoxo”, hacia una política intermedia, basada en un socialismo al estilo
europeo, buen ejemplo sería la Rusia de hoy que navega entre el socialismo y el
capitalismo.
Quién no se suba a la barca de la
globalización y el capitalismo queda a la deriva, los países pobres están
conscientes de las dificultades de estas nuevas imposiciones, pero aquí hay que
repetir el eslogan de que “nuestros bueyes están cansados de arrastrar el
arado”, pero hay que seguir arando con ellos porque no tenemos otros.
Finalmente, digamos que Fidel Castro puso a su hermano
Raúl al frente del gobierno de Cuba, con el propósito y el interés de que
recompusiese la economía y arreglara la garata que Cuba ha mantenido con
Estados Unidos por más 50 años.@
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