PNS es un portal de noticias global plural, no neutral. Servimos al periodismo universal

Somos una entidad periodística universal a través de las redes sociales de la Internet. Servimos un periodismo plural, no neutral, desde enero de 1970, cuando fundamos el Servicio Panamericano de Noticias ( Panamerican News Service), y mantuvimos un equilibrio en la distribución de las noticias impresas, hasta que llegó la era de la informática y lo transformó todo en materia de información periodística.
Gracias a las herramientas que nos ofrece el periodismo virtual y digital, hoy podemos llegar a todos los rincones del mundo.
Aprovechamos la ocasión para saludar y agradecer a nuestros lectores que han depositado su confianza en nuestra iniciativa periodística global.

Con agradecimiento:
Luis Godofredo Pichardo
Fundador y director ejecutivo

martes, 28 de enero de 2014

La Metralleta de Don Godo: ¿Podrá la Iglesia Católica Latinoamericana asimilar la Reforma del Vaticano?

 Columna: La Matralleta de Don
Por Luis Godofredo Pichardo
¿Podrá la Iglesia Católica Latinoamericana asimilar la Reforma del Vaticano?
  Sí puede. Aunque hay que reconocer que la  estructura de la Iglesia a nivel global mantiene prácticas tradicionales aberrantes  como son la obligatoriedad del celibato que estimula a los miembros sacerdotales a cometer actos sexuales con menores de ambos sexo, la obligatoriedad del Concordato, y la aplicación de un sistema educativo católico obligatorio en las escuelas que ayuda o patrocina la Iglesia como institución al servicio de la sociedad entre otras obligaciones o imposiciones.
   La conducta más execrable que estimula el celibato es la pedofilia contra niños inocentes víctimas del engaño de personas adultas a quienes  se les confían los niños para la enseñanza doctrinaria de la Iglesia o para su formación educativa.
  Estos perversos  sexuales cobijado bajo la estructura eclesial y protegido por autoridades eclesiásticas de principalía cometen todo tipo de abusos y atropellos contra la niñez que se le confía.
  Aclaremos  de antemano que no todos los sacerdotes católicos se dedican a la pederastia y que la mayoría  inmensa cumple fiel y solidariamente el juramento del celibato con abstinencia y obediencia a Dios y a sus autoridades terrenales.
  Pero entiendo,  como comunicador social,  que el celibato es un reglamento interno de la Iglesia católica que daña su estructura social y humana, porque obliga al sacerdote a realizar actos sexuales reñidos con la ley y con la dignidad social, especialmente  con la dignidad de la membresía de la propia Iglesia a la que el sacerdote se ha obligado a servir con fidelidad y honestidad antes Dios y antes los hombres.
  El aborto,  es otro de los temas controversiales que los obispos de América Latina tendrían que enfrentar. La visión y la concepción del aborto ha ido cambiando de imagen no sólo en Latinoamérica como continente hispánico, sino en la otrora España conservadora y en Europa en todo su contexto, pero en donde se ha dignificado o humanizado el aborto es en los  Estados Unidos, hasta un nivel,  que el presidente Barack Obama sostiene que cuando la mujer aborta libremente alcanza su libertad, esa postura le ha valido perder popularidad y apoyo de la poderosa Iglesia católica estadounidense, pero esa es su creencia y el apoyo que recibe a sus propuestas sobre el tema concitan un apoyo comunitario masivo.
  Como católico,  no acepto el aborto como una solución a los embarazos irresponsables, pero entiendo que hay casos en que la madre o la criatura en gestación  corren peligros de muerte y en ese caso vería el aborto como un beneficio a las criaturas con peligro inminente de perder la vida.
  La riqueza,  que como institución posee la Iglesia y los tesoros en metales preciosos que tiene amasados alrededor del mundo  desde la fundación misma de la institución religiosa, es otro de los puntos neurálgicos que tendrá que enfrentar una eventual reforma profunda dentro de la Iglesia y revisar a fondo hasta dónde están dispuestas las Diócesis y los obispos diseminados por el mundo a entregar para el bien común  de la feligresía y en especial de los pobres de la Iglesia, que son mayoría,   todo el contenido de su inmensa fortuna.
  Soy consciente de que la Iglesia necesita fondos para administrar sus instituciones y pagar a su personal, pero también comprendo que los intereses rentables del capital acumulado e invertido  sobrepasan las necesidades administrativas, claro está, si  se utiliza el dinero devengado con un criterio administrativo comunitario y universal, es decir, que los fondos que se reciben o generan riquezas sean distribuidos equitativamente entre las Diócesis que necesitan dinero para costear sus operaciones administrativas.
  El antiguo Banco Ambrosiano, actualmente Obras eclesiales  Especiales de la Iglesia,  con asiento en el Vaticano, en Roma, debe ser otro de los puntos de debates en la reforma propuesta, pero donde veo las mayores dificultades financieras de la Iglesia católica es en la posesión individual de capital que manejan los jerarcas de la institución: como son: Los Cardenales. Obispos y arzobispos, estos señores no actúan como siervos de Dios, sino como capitalistas, empresarios o feudalitas.
  Cuando alguien  trata de afectar sus intereses no respetan reglas de juego, además entienden,  que el dinero de la Iglesia sea éste por donaciones. Intereses de capital, o inversiones extra Iglesia, ya no pertenece a la institución como tal, sino a ellos mismos quienes son los cabezas de la recolección y solicitudes de ayuda privada o gubernamental...
  Su Ambición es tan voraz y desmedida que les importa poco hacer inversiones dolosas, dudosas  o mafiosas con tal de que les reproduzcan o multipliquen sus capitales.
Esta es la sede del antiguo Banco Ambrosiano,
ahora labora con el nombre de Obras Eclesiales del Vaticano
  Así encontramos alrededor del mundo a prelados católicos de todas las denominaciones y rangos eclesiásticos como inversionistas-capitalistas o como asociados al lavado de dinero sucio o a la mafia internacional. Esto fue lo que se descubrió recientemente en la principal institución financiera de la Iglesia y no lo denunciamos ni lo descubrimos nosotros, sino la propia Iglesia a través de sus investigadores y sus peritos financieros.
  En América Latina la Iglesia Católica es propietaria de bancos, periódicos. Empresas de bienes raíces, radioemisoras y canales de televisión entre otras propiedades. Su capital es sólido y sus finanzas son muy reproductivas, pero en las iglesias locales y de provincias  se sigue pidiendo limosnas, donaciones y hasta se habla del “Diezmo” como en la antigüedad, y se emula de paso a las otras denominaciones religiosas que obligan a los más pobres a pagar el 10% de los míseros salarios que reciben.
  Siendo  esta la Iglesia católica que se percibe en Latinoamérica, a nivel personal, dudo que de buena gana los jerarcas de la institución quieran adherirse a una reforma  que de primer plano afectas sus intereses económicos personales, pero que además le exige  que salgan a trabajar a la calle, que se envuelvan con los pobres y la pobreza y que emulen a Jesucristo en la Evangelización, definitivamente de  los ricos y burócratas de los  que estamos hablando,  habría que obligarles a cambiar su metodología, hacerles renunciar o expulsarlos del seno de la Iglesia.

  Como dice el refrán muchos purpurados actúan apegados al “Dios rogando y con el mazo dando.@

No hay comentarios:

Publicar un comentario