Reporte del Servicio Panamericano de Noticias
CDP atraviesa etapa difícil. Al Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) le han
tocado tiempos difíciles, sometido a un empoderamiento político oficial, lleva
más de una década de entrega casi total a los mandatos y requerimientos del
Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y a su máxima dirigencia.
Las elecciones que se celebran periódicamente
parece más bien un rejuego de la política oficial, que un trabajo sindical
organizado, o un ejercicio democrático equitativo.
Las votaciones son aplastantes en contra de
los que osan por enfrentar a las representaciones periodísticas del PLD. Los
candidatos del oficialismo disfrutan de todas las canonjías del Estado y son
premiados y reconocidos por esa “labor solidaria y patriótica” que realizan a favor de su
partido.
Ese posicionamiento le permite realizar todas
las vagabunderías en nombre del
periodismo colegiado y a favor del
gobierno que le sirve de soporte. Hubo una ocasión en que se dijo, que el
gobierno del PLD empleaba el 98% de los periodistas colegiados que estaban
laborando, es alta la cifra, pero tomando en cuenta el pordioserismo que se
apoderó del colectivo periodístico del CDP, no puede ponerse en duda la
veracidad de la información.
Soborno y compra de conciencia. Las
recompensas económicas y los pruri-empleos estatales son el anzuelo que pone el
oficialismo para pescar a los periodistas rebeldes o quisquillosos. Estas prácticas de corrupción a las que se
acostumbraron muchos colegas deshonran al CDP y a la profesión del periodista, estas dádivas
gubernamentales descalifican a los
periodistas que las reciben y no tienen
moral para criticar las prácticas de corrupción y latrocinio que se tuvo
practicando al menos hasta el 16 de agosto pasado.
En este Palacio Nacional se otorgaron decenas de pensiones |
Pensiones del Estado se otorgaron a
periodistas, artistas, autores, intelectuales,
a cantantes, así como a otros
servidores públicos, pero los beneficiados fueron miembros del PLD y sus aliados., pueden contarse con los dedos de las manos a
quiénes se pensionó por mayoría de edad, enfermedad o por desempleo.
El caso de los periodistas es vergonzoso. De
más de 20 pensiones que el Gobierno otorgaba anualmente, quizá una o dos
beneficiaba a un periodista opositor e independiente, el resto se sorteaba
entre miembros del PLD, algunos que ni siquiera saben leer y escribir,
conocemos el caso de un asimilado a las fuerzas armadas, fue pensionado por el
Estado dizque en condición de periodista miembro del CDP, aunque posteriormente
se estableció que era el esposo de una hermana de un dirigente peledeísta.
No se
respeta la edad de jubilación. La Ley que creó al CDP es clara en cuanto a quién debe recibir una
pensión. Debe dársele presencia a quienes han cumplido de 60 a 65 años, o a
personas que estén enfermas y necesiten esos recursos papara su manutención y
compra de medicinas, pero en los últimos años solo los activistas del PLD
enganchado a periodistas gozaron de ese privilegio.
La Colegiación prohíbe también enganchar escribidores que no sean
titulados en universidades dominicanas, sin embargo, se conocen caso de “enganche
en el CDP”, de esposas de periodistas, de primos y primas de dirigentes
peledeístas y de amantes de algunos escribidores del CDP.
Pero lo que más preocupa es el enganche de ciertos “canchachanes
de dirigentes de la capital y el
interior. Los dirigentes del CDP no se interesan mostrar pruebas de los estudios universitarios de los
nuevos aspirantes a miembros del CDP y lo correcto e ideal sería que junto a la
petición de ingreso al CDP cada solicitante presentara copia del título que lo acredita como periodista
profesional.
Estudiantes de periodismo con la fe puesta en el futuro |
El
principio de la Ley que crea al CDP es claro y específico, el que no sea
titulado de una Universidad dominicana como comunicador social, no puede
ejercer la profesión de periodistas-
Es decir que la intención de quienes crearon
al CDP es buena. Lo que es malo es la formación del periodista dominicano. Las
Escuelas de Comunicación Social en las universidades son muy parecidas a horno
donde se quema el carbón, se echa la leña verde y después de quemarla se extrae el carbón que sirve para
preparar el fuego.
A los bachilleres dominicanos se les da
admisión en las facultades de periodismo, sin que tengan que probar que están
alfabetizados, y como ocurre en algunas universidades, que parecen justamente
un horno para carbón, en donde los profesores son alumnos avanzados en la
materia y con muy poca preparación en la carrera universitaria, allí se logras
extraer un material humano híbrido que no es una cosa ni es la otra, es decir,
ni es periodista el profesor porque no está capacitado para ese ejercicio, ni
el alumno que se confió en la escuela de marras.
Las Escuelas de Comunicación, al menos las
del interior del país son almacenes vacíos para alojar temporalmente a personas que dicen ser profesores de
periodismo y a estudiantes que aspiran ser periodistas.
Por ejemplo, para solo mencionar un caso, en Santiago de
los Caballeros hay una Universidad que acostumbra a utilizar sus propios
estudiantes para impartir la Cátedra de la carrera de Comunicación Social.
Pero esos “profesores”, son periodistas
improvisados que necesitan su propia formación, porque no la poseen, y si un profesor le enseña a un alumno algo que no sabe, el
resultado posterior es obvio.
Por eso tenemos a tantos periodistas marranos
en la calle, que más que comunicadores sociales parecen perdigüeños callejeros.
Tienen que solicitar ayuda económica para sobrevivir, aunque tengan que
vender su conciencia y su independencia,
y así cuando usted se encuentra con un elemento que se hace llamar periodista y
que funge como tal y descubre que es una ñame, su decepción es grande y
frustrante.@
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