Derrroche
de dinero y trapos sucios en campaña electoral dominicana
Por Luis Godofredo Pichardo
Santo Domingo, RD, (PNS)._ Faltando 81 días
para que los dominicanos asistan a las urnas a votar en sus primeros 50 años de
democracia después de la caída de la tiranía trujillista en mayo 30 de 1961,
pero celebrando sus primeras elecciones libres en diciembre de 1962, hay muchos
obstáculos por resolver para que se pueda hablar de un proceso electoral
transparente y diáfano.
Electores y candidatos buscan evitar fraudes o errores en comicios 2012 |
Medio siglo después del primer escrutinio electoral
libre de ataduras dictatoriales parecería mucho tiempo, sin embargo, no lo es. Continúan los mismos vicios, las
mismas ataduras políticas bipartidarias y los mismos mentirosos y fabuladores
de la política dominicana.
El sistema electoral dominicano a partir del
1962 del siglo XX se constituyó en una alianza espontánea tripartidita que con
el correr del tiempo se redujo a un sistema bipartidario.
Decenas de partidos políticos surgieron en la
República Dominicana, luego de que desapareciera la era de Trujillo, que
encabezó y dirigió con manos férreas y actividades criminales al pueblo
dominicano durante 31 años, cometiendo todo tipos de tropelías en contra de la
ciudadanía, lo que devino en la conjura, que finalmente arrebató la vida a Rafael
Leónidas Trujillo, en un complot cívico-militar en la autopista que hoy lleva
el nombre de 30 de Mayo, en conmemoración o recordatorio del asesinato del
dictador.
Así como los políticos hacen demagogia con los electores, también con los Padres de la Patria |
Pero lo que preocupa en la actualidad no es
el pasado, sino el presente. Hablar de
Trujillo y su régimen sanguinario y dictatorial es materia de historia
reciente, pero la problemática del sistema electoral dominicano, es que es
viejo en actividades proselitistas y experiencias traumatizan tes, y hasta hoy
no ha logrado superar los vicios de la política vernácula y los políticos
dominicanos.
Transcurrido doce años del siglo XXI todavía
se sigue hablando y practicando campañas sucias en contra de los adversarios, fabulando
en contra de los candidatos a posiciones electivas y calumniando a los
ciudadanos que se atreven a manifestarse independientes o solidarios con una
formación política que no pertenezca al enclave del sistema y estilo
tradicionalista.
La campaña del 2012 que culmina en mayo 20 y
que ha sido activa como sus antecesoras durante en el presente cuatrienio está plagada de
insultos, acusaciones de latrocinio, corrupción administrativa, de dinero del
narcotráfico, de enriquecimiento ilícito y de encuestas amañadas y
encuestadores sobornados.
Que más se puede pedir en un escenario mercadológico como el que se proyecta y se vislumbra en República
Dominicana, la política criolla se está manejando como un mercado de purgas,
donde se compra y se venden despojos de todas clases, sin importar su
procedencia, su calidad, o el daño que pueden causar a la salud.
El mejor candidato dominicano en los comicios
del 2012 es el que más dinero puede gastar, porque es el que tiene más
capacidad de comprar cédulas a 300 y 500 pesos el día de las elecciones, y es
el que puede comprar el alcohol con que se encienden los ánimos de los
activistas en los mítines y manifestaciones de los candidatos. Es decir, la
campaña electoral del 2012 está signada por una serie de anti-valores sociales,
que sería preferible no participar en el juego sucio y malicioso de los
candidatos que tercian en la contienda.
Pero es la democracia dominicana con sus
virtudes y sus defectos. Es obligación moral de cada ciudadano dominicano emitir el sufragio el 20 de mayo para ver si
el destino de la nación nos provee de mejores gobernantes y un mejor futuro.
( PNS).@
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