La metralleta
de Don Godo/Servicio Panamericano de Noticias
Hipólito responde a la prensa: que sus asesores de campaña toman las decisiones
Santiago, RD, (PNS)._ Si no fuera porque los periodistas conocen el estilo de hacer política de Hipólito Mejía, cualquiera pensaría que le envió un metamensaje a Miguel Vargas, con sus declaraciones en esta ciudad, cuando dice que en asuntos de su campaña, sólo sus asesores toman las decisiones.
En buen castellano, o buen cibaeño eso es lo que se llama un boche. Y es que el candidato perredeísta tiene toda la razón, porque si Vargas y sus seguidores no están trabajando o colaborando en los proyectos de la campaña presidencial de Mejía, para qué consultarles, cuando los asesores de Hipólito deciden ir a a la Junta Central Electoral y hacer la propuesta que hicieron, que por cierto no es compatible con la realidad que vive la política dominicana, peroo que va a reclamar a la Junta Central Electoral, es un derecho que le asiste y una medida queque en el futuro mediato podría evitarles muchos dolores de cabeza a la comunidad política y a la sociedad dominicana en particular.
Nadie entiende a Miguel Vargas, dice que está con Hipólito, pero no le respalda, tampoco es cierto, como han dicho algunos de sus colaboradores que se integraron a la campaña, si lo han hecho, están laborando en la clandestinidad, porque en público no se le ha visto.
La vicepresidencia del PRD en bambalina. Una fuente confiable adelantó desde Nueva York, que Hipólito va a escoger como su vicepresidente a Miguel Vargas, lo que supone enviar al banco al actual candidato, Abinader, no es un político brillante, pero aparenta ser honesto y conoce a perfección el entorno perredeísta.
En cuanto a la escogencia de Vargas Maldonado, que parece va en serio y que es un movimiento liderado desde Nueva York, hay que recordar, que los comerciantes dominicanos en Estados Unidos son un aporte económico sólido, y que en la presente campaña habrá que invertir muchos recursos para poder enfrentar al candidato del sector oficial, que cuenta con el respaldo del Estado a través del presidente de la República.
La fuente que habló con PNS y pidió discreción habló hasta de un soporte económico muy importante, se refería a un comerciante local, que sus apuestas están a favor de la candidatura Hipólito-Miguel, y en realidad es una buena mutual que asegura los fondos invertidos.
Pensamos que en los planes de Vargas Maldonado no está invertir dinero fresco en un proyecto de tal naturaleza, pero si se concretiza y sus amigos aportan el dinero, entonces será un buen oxígeno para los fondos de campaña de Hipólito, porque en el escenario dominicano, como en otros cualquiera de la política partidista las elecciones se ganan con dinero.
La ingerencia del Cardenal López Rodríguez. Cuando uno escucha o lee en la prensa los planteamientos de López Rodríguez, tiende a pensar que el prelado católico es un ferviente activista de la parcela política oficial. Y que además es un racista incontrolable.
Y al señalar estas connotaciones del purpurado nos referimos a sus últimas ingerencias o metidas de patas, cuando dice que hay que respaldar sin cuestionamiento a la Junta Central Electoral, critica acremente al Partido Revolucionario Dominicano y ataca también a los activistas de los derechos humanos que defienden el derecho que tienen los haitianos nacidos en el país a reclamar una ciudadanía y una identidad.
En el caso del PRD es una intromisión odiosa y grosera. En la defensa de la JCE, aparenta estar apadrinando la candidatura oficial, o estar recibiendo dividendos económicos de las arcas del Estado. Y en el caso de los dominico-haitianos se porta como un racista incontrolable, inhumano, y con perversidad.
Es extraño ese comportamiento, porque en la Iglesia Católica si no se prohíbe el activismo y la militancia política, siempre se insta a ser muy discreto, y el jefe de la iglesia católica dominicana, no repara en miramientos y cada vez es más interventor.
A Dios que se apiade de él y no le tome en cuenta ese procedimiento indigno de un ciudadano de bien. La política es un ejercicio para los políticos, y si al Cardenal dominicano le atrae esa actividad, debía tener una formación política y candidatearse cuando lo juzgue conveniente, pero no dañar o contaminar el ambiente político dominicano que de por sí es fétido. (PNS.
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