La Columna de Luis Godofredo Pichardo/ Editor PNS Noticias.Com

Ventana católica: Un enfoque crítico a la Iglesia a través del mundo

La Iglesia católica con más de mil 300 millones de seguidores en el plantea,  conserva el liderazgo de todas las religiones existentes,  en cantidad de membrecía y credibilidad. El dogma del cristianismo que encarna la doctrina de Jesucristo y la enseñanza del Evangelio, es único en el mundo, y la Iglesia  la primera,  y la más antigua religión que se conozca a través de los tiempos.

Se discute públicamente y en privado,  y hasta se polemiza sobre el caudal de riqueza de la Iglesia católica universal, esta discusión  divide ideológicamente, de acuerdo a la creencia religiosa del crítico o polemista que se enfoca en el problema.

Ambas corrientes críticas  podrían tener sus razones y  sus alegatos para sostener sus afirmaciones, pues en la realidad,  la Iglesia católica es rica poderosa en bienes espirituales, pero también en  materiales, es propietaria de un bien común universal como son las  Catedrales, Templos, iglesias y parroquias. 

Beneficios para los laicos. Son los los seguidores del catolicismo los que reciben el beneficio real de los bienes espirituales. 

La cúpula del Clero. Pero los que reciben el beneficio de las ganancias  materiales es un  grupo reducido,  dentro del sistema financiero del Clero universal, esta casta privilegiada está enraizada por siglos y siglos  dentro de la más alta esfera del catolicismo.

Los beneficiarios debían del botín. Un un grupo selecto de altos cargos del sistema gubernamental del Estado vaticano.

 Son intocables. Los Papas que rigen a la Iglesia como sus tutores y se convierten de Jefe de Estado, en el momento que son elegidos y asumen la administración Eclesiástica no tienen derecho a despilfarrar los fondos del Vaticano, pero sí lo hacen los altos cargos veteranos que pertenecen a una especie de de Logia mafiosa que se conocen de memoria todos los resortes del sistema financiero del Vaticano, que equivale a decir, de la Iglesia en el mundo.

Contradictorio, pero real. Los Papas salen con las manos vacías,   con el mismo capital de trabajo con el que entraron  a  su cargo,  pues el el Jefe de la Iglesia para disponer de dinero del Vaticano tiene que especificar muy claro en qué lo va va a invertir y justificarlo con claridad.

Control financiero del Vaticano. Los financistas del Vaticano son sabuesos muy bien preparados y conocedores del sistema. Invierten cuando hay seguridad y compran a título de donaciones, es decir  a bajo precios en un mercado deprimido. Esto aconteció el año pasado en un consorcio en el que el Vaticano invirtió 750 millones de dólares en Inglaterra, el Papa amonestó a los diligentes agentes de bienes raíces, pero el asunto no pasó de ahí.

 Fondo Económico Misionero.  Reflexionando sobre la necesidad de los 400 mil misioneros de la Iglesia, sería aconsejable que se cree un fondo para resarcirles en algo el trabajo contínuo de sacerdotes, consagrados y consagradas, asi como de misioneros diseminados por el mundo. La mayoría pasa hambre, realiza su labor espiritual caminando a piés, sin que nadie se preocupe por su situación.

Ayuda económica para los sacerdotes y consagrados. Es increíble,  la precariedad económica de los sacerdotes y misioneros y consagrados  del tercer mundo, pues viven de la caridad prácticamente, porque las contribuciones siguen escaseando y no alcanzan para las labores administrativas,  sus recursos provienen de  las limosnas, y no debe ser así. porque son trabajadores del Reino de Dios,  que necesitan comer, vestir  y poseer un medio qué le permita  transportarse y también  de vez en cuando,  financiarse unas vacaciones.

Cada Trabajador merece un salario justo. Jesucristo proclamó que cada trabajador merece un salario justo y lo dijo no sólo por sus evangelistas predicadores y discípulos suyos, sino también, por los trabajadores de la Iglesia de la época actual. Hemos consignados más arriba que la institución católica posee bienes materiales incalculables, unos sin un valor real adquisitivo, como son los templos, las obras de artes y todo lo que tiene que ver con el diario desenvolvimiento de su trabajo espiritual.

Pero así, como la Iglesia posee bienes que no son negociables, porque pertenecen a la espiritualidad de la institución, posee además bienes raíces incalculables e inversiones en el mundo de las finanzas. Mirándolo desde esta óptica, entonces sí entendemos que puede agsinárseles un salario justo a los que trabajan en el día a día, no son demasiados, se habla de unos 400 mil sacerdotes y misioneros en la difusión del Evangelio. ( pns noticias@gmail.com).