Sombrío Panorama
Internacional
Cuando damos un vistazo al mundo y reflexionamos sobre los
estragos que va dejando a su paso la pandemia del coronavirus con su secuela de
muertes y contagios en todo el planeta, es momento de sentar cabeza y comenzar
a buscar una nueva forma de coexistencia humana.
Más de cinco millones de
contagios y cerca de 400 mil fallecidos,
son cifras escalofriantes que obligan a la reflexión.Parece que el hábitat
terráqueo con sus siete mil millones de seres humanos, necesitaba esta nueva experiencia.
La
sabiduría humana está buscando desafiar las leyes de la Naturaleza desde hace
un largo tiempo, y minimizar de paso el poder salvífico de Dios.
Ningún ser humano, sin
importar su capacidad científica, política, económica, social o cultural que posea, puede atribuirse poderes por encima
de la divinidad de Dios.
De la presencia de Jesucristo en la cotidianidad de
los seres humanos.Podemos admitir el avance
del hombre en conocimientos científicos, y tecnológicos, también sus obras
materiales y sus derivaciones, pero
nunca, supeditarlos a la sapiencia de
Dios padre, Hijo y Espíritu Santo.
La tecnología del siglo XXI es un gran
avance de la humanidad, pero nunca se colocará por encima del poder salvífico
de Dios y de sus misterios insondables.Es tiempo de reflexión
profunda.
La humanidad tiene grandes retos
por delante que enfrentar y resolver, pero si no cuenta con la ayuda divina del Creador,
le será imposible salir airoso de la prueba.Actualmente, una crisis económica se le viene encima al
mundo de hoy.
Casi todos los países tienen una economía en bancarrota. Y sería
correcto explicar a qué obedece esa
recesión global en cadena, que traerá
como consecuencia inmediata una hambruna universal y una parálisis económica
total.
Que incentivó la crisis de
hoy: La pandemia del covid 19 obligó al cierre de toda la producción universal
y al consumo masivo de alimentos y otras necesidades de consumo masivo en la familia, por el aislamiento y la paralización de las
fábricas y las industrias.
Pero aparte del la pandemia
y la recesión económica, tenemos en vilos indicios claros, de que puede estarse gestando
un nuevo enfrentamiento entre las potencias que obligue al comienzo de una nueva Guerra Fría.a qué si se
declarara, no sería fría, sino muy
caliente.
La humanidad enfrenta además
una ola de gobiernos populistas dictatoriales, que buscan imponer criterios
personales y antojadizos que van en contra de los principios más elementales de
las libertades públicas.Por ahora, estamos obligado a esperar, a ver si los
nubarrones negros del panorama internacional comienzan a aclarar y a traernos nuevas esperanzas y oportunidades
de convivencia pacífica. ( PNSnoticias@gmail.com).
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