Polémica: la policía ya no arrestará a alumnos por delitos menores en escuelas de Nueva York
"La policía no debe hacer cumplir la ley en las escuelas como una cuestión de rutina", afirmó el canciller Carranza
El alcalde Bill de Blasio ordenó el jueves a los policías que dejen de arrestar o citar a los estudiantes “siempre que sea posible” por una gran cantidad de delitos, como emborracharse, fumar marihuana, rayas paredes y otros actos de vandalismo en escuelas de NYC.
El polémico canciller escolar Richard Carranza, llegó al extremo de decir que los policías no deberían necesariamente molestarse en hacer su trabajo en las escuelas.
“Ahora hemos cambiado la presencia de la policía en nuestras escuelas. La policía (…) no debe hacer cumplir la ley en las escuelas como una cuestión de rutina”, dijo, citado por New York Post.
Los alumnos con mala conducta no serán procesados por “ofensas de bajo nivel” siempre que los administradores de la escuela puedan manejar los incidentes “de manera segura”, según un memorando de entendimiento que el Ayuntamiento, el Departamento de Educación (DOE) y la Policía de Nueva York (NYPD) firmaron el miércoles.
La medida indignó a una fuente policial de alto rango, quien dijo que la política permitirá a los menores conflictivos cometer delitos en la escuela que no harían en ningún otro lugar.
“Usted debe ser responsable de sus acciones. Cuando papá recibe un citación en el correo, tal vez sea una manera de decirles lo que está pasando. Con dos padres trabajando (en la calle), probablemente no lo sepan. Ahora nadie sabrá nada”, afirmó la fuente.
“¿Pueden ser arrestados por hacer graffiti en la calle, pero pueden hacerlo en la escuela? Eso no es una lección”, ejemplificó.
El jefe escolar en NYPD Reuben Beltrán, afirmó que los padres sí recibirán una notificación.
Un empleado no identificado de la problemática “Progress High School” en Brooklyn dijo que la medida es buena para los estudiantes, pero también es un esfuerzo cínico por parte de la administración del alcalde De Blasio para desinflar artificialmente la aparición del crimen en las escuelas de la ciudad.
La nueva política actualiza un acuerdo de 1998 fuertemente respaldado por el entonces alcalde Rudy Giuliani, que puso la seguridad escolar bajo la supervisión de la policía de Nueva York después de una serie de informes mordaces por parte del entonces investigador de escuelas Ed Stancik, sobre encubrimientos de delitos sexuales y otros por parte de conserjes escolares.