La Metralleta de Don Godo
Por Luis Godofredo Pichardo/
Editor de PNS Noticias Blogspot/ Revistas Nuevo Mundo & Ventana Católica
Resulta cada vez más difícil entender el
motivo que esgrimen los agitadores
políticos de la República Dominica y Haití, en el
sentido de dañar la buena imagen entre ambas naciones, ubicada territorialmente
en una sola isla caribeña. La Española, como la rebautizó Cristóbal Colón, al territorio
isleño, que se conocía como Quisqueya, y que actualmente es el asiento de más de 20 millones de
personas que componen la población de ambas naciones vecinas y fronterizas, libérrimamente independientes.
Medina y Martelly deben sentarse y alimar asperezas |
Este Milton Ray Guevara, el negro que discrina a los negros |
JRTB un negrito lavado y racista, es el director de Migración |
La versión malsana que ha difundido el
grupo político que encabeza Vincho Castillo y su familia
y que ya muchos dominicanos con la mentalidad retrógradas, como las que ellos
han cultivado, creen que Estados Unidos, Francia y Canadá trabajan
juntos para propiciar una reunificación territorial dominico-haitiana que permita un solo sistema de gobierno compartidos,
como promotores de esta tesis política
cavernaria han ganado algunos adeptos
agitadores y nacionalistas de “ pacotilla” que se han convertido en un
verdadero dolor de cabeza para el Estado dominicano, que es el garante de la soberanía nacional y
de la estabilidad político y social de la República Dominicana.
En
ningún momento han podido demostrar con documentación real y creíbles que dicho
plan exista o que haya existido, pero si alguna vez se descubriera tal
aberración, sería rechazada de plano por
la inmensa mayoría de los dominicanos nacido
en nuestro territorio nacional y
residente en él.
Añadir leyenda |
Vincho Castillo y sus tres fariseos |
Infuncionalidad diplomática dominicana.
Existe actualmente un torpe manejo de la diplomacia dominicana, no se sabe si
es por falta de experiencia del recién nombrado Canciller, o por negligencia
del Gobierno central. Se observa un silencio dañino de parte del presidente
constitucional de la República, quién ni siquiera en su discurso de rendición
de cuenta el pasado 27 de febrero se refirió a las tensas relaciones entre
Santo Domingo y Puerto Príncipe, y el movimiento de agitación ha ido creciendo
en ambos lados de la frontera dominico-haitiana, los agitadores dominicanos que
se hacen llamar nacionalistas y que tildan de traidores a la patria a los que
rechazan su política aberrante, han ido sumando adeptos y el odio recíproco
entre marginados e indocumentados haitiano ya se nota en muchas comunidades de
nuestra nación.
Es tiempo de parar en seco a los vividores
de la política dominicana. Hay que denunciar con
pelos y señales al grupito de dominicanos anti patria que mantienen el estado
de zozobra, inquietud e inestabilidad política y social al pueblo dominicano.
La trayectoria de Marino Vinicio Castillo como ciudadano no es alentadora, su pasado
aparece con sombras preocupantes y su
conducta del presente lo retrata de cuerpo entero. Actúa como el abogado del
diablo, siempre halando para el lado que a él le conviene, funge como guardián de los
intereses del Estado en sus funciones públicas, pero no se conoce al primer
ciudadano que él haya imputado de latrocinio público, o como corrupto dentro de
la administración pública, y no ha hecho y tampoco lo hará, porque en ese caso
tendría que explicarles al pueblo y a la
justicia dominicana la procedencia de su inmensa fortuna. De igual manera acontecería
con el patrimonio de sus hijos y aliados
políticos, todos son ricos ilícitamente a costilla del contribuyente dominicano.
Ingobernabilidad de Haití impide
entendimiento con RD. Es oportuno señalar al final
de este artículo que mientras continúe la inestabilidad política, social y
económica en Haití, será muy difícil encontrar una fórmula de advenimiento
entre las autoridades de ambas naciones fronterizas. El presidente Michel
Martelly, más aparenta un turista en tierra extraña, que un político
gobernante. En Haití, la clase política con poder económico e influencia
social, nunca tomó a Martelly en serio, cuando éste anuncio su proyecto
presidencial siempre se tomó como una broma callejera, pero debido al vacío de
poder político en Haití, encontró
respaldo y votos y helo aquí. Presidente de Haití, pero ni se siente ni se
escucha, su mandato es como si no existiera y Haití se vislumbra como un barco
a la deriva@
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