Dirigentes
del PRD celebran 5 de julio divididos…
Pero
dispuestos al diálogo
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| La antorcha del PRD con su jacho encendido |
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| El fenecido Angel Miolán, líder histórico del PRD |
Y esta realidad se palpó el pasado jueves
cuando el PRD debió celebrar en todo el país la llegada de sus líderes históricos,
como un acontecimiento patriótico y no como una promoción de grupos en
desavenencias. Se vio claramente la falta de voluntad entre los grupos dirigenciales cuando se negaron a
encontrarse en los actos públicos que organizaron las dos tendencias que se
disputan la dirección del PRD.
En la facción de Miguel Vargas (minoritaria)
se pudo observar a un atribulado presidente del PRD, con muchos adulones al
lado, pero sin dirigentes genuinos perredeístas y sin militancia. En los actos
convocados por Hipólito Mejía y su corriente
(mayoritaria) las gráficas
muestran actos concurridos y con presencia de militancia, así como con la
representación de los dirigentes históricos del partido del jacho prendío.
La artificialidad de la división consiste en
que la militancia a nivel nacional está unificada alrededor del liderazgo de
Hipólito Mejía, y recela o rechaza la presencia de Miguel Vargas al frente del
partido, porque lo considera un traidor a los principios políticos de la
organización, por la inconducta que asumió en la pasada campaña electoral que
permite pensar a los militantes del PRD, que apoyó al candidato del oficialismo o se le
vendió por favores políticos o económicos,
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| Hipólito Mejía, el único líder que tiene el PRD en la actualidad |
Āngel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo,
fueron los tres exiliados dominicanos que se atrevieron a desafiar el poder político
de Ramfis Trujillo, que todavía permanecía en el país torturando a diestra y
siniestra a los que consideraba culpables de la muerte de su padre. Miolán fue
el que tomó la iniciativa, y Silfa y Castillo lo secundaron, al llegar a Ciudad
Trujillo
(Hoy Santo Domingo), aunque temían por su vida,
trajeron consigo la decisión de sembrar la semilla de la democracia y lograron
que germinara.
Democracia con sus defectos, pero funcional medio siglo
después, y es muy cómodo encontrar un PRD como lo encontró Miguel Vargas,
organizado, institucionalizado y con una cartera de votos de dos millones y
algo más, y tratar de secuestrarlo para ponerlo a su servicio y poder negociar
prebendas y posiciones con el Gobierno de turno.
Hay un camino a seguir en el PRD, celebrar un
plebiscito, una asamblea de dirigentes a nivel nacional o adelantar la convención,
para que sea la militancia mayoritaria
la que decida y no una minoría de dirigentes frustrados y de dudosa militancia,
como lo que se presenció en el sufragio de mayo pasado.@
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