Un día sin pollos en RD...pero autoridades no reaccionan
Editor LGP de PNS
Noticias.Com
La Columna La Metralleta focaliza en la
presente entrega temas de la vida nacional dominicana y del diario trajinar de sus ciudadanos y sus instituciones en la jornada de 24 horas.
El martes sin pollo y qué. En la dieta diaria de la cocina de los pobres
dominicanos la carne blanca o de pollo es la protagonista del plato típico
dominicano, el arroz, habichuelas, carne, y donde se puede, ensalada verde o
cocida, con plátanos al gusto.
Pero este comentario no tiene nada que ver
con el sabor exquisito de la receta culinaria de la cocina dominicana, sino con
la especulación de los productores avícolas que de un tiempo a la fecha han
multiplicado el precio de la carne más popular de la canasta dominicana.
Apenas algunos meses atrás la carne de pollo
se compraba entre 30 y 35 pesos la libra, actualmente se cotiza entre 55,60 y
65, bordeando dos dólares el precio, cuando en el pasado reciente no llegaba al
40% de este coste.
Como es ya costumbre en la burbujeante
economía dominicana, los productores les echan la culpa a los intermediarios,
éstos a los expendedores y las autoridades vociferan en contra de los altos
precios, pero no ejecutan una política de ajuste ni encarcelan a los
especuladores. Mientras el diálogo sordo sigue su curso, los consumidores se
los está llevando el pecusio.
La Oficina de Pro-Consumidor, el organismo
regulador del Estado, habla y habla, dialoga y dialoga, pero no meten presos en
las mismas jaulas donde transportan el sufrido pollo, que en definitiva es el
que más sufre, a los explotadores del mercadeo.
Analizando la negligencia de las autoridades
dominicanas en materia de control de precios y calidad, se tiene uno que
preguntar un “Día sin pollos” para qué, pasa el martes, el miércoles tenemos
más hambre, hay que comprarlo más caro, porque hay que restituir las supuestas
y eventuales pérdidas de los mercaderes y todo queda igual y a comer pollo de nuevo, con plumas o sin plumas.
Si se produce algún parecido por pura casualidad |
Es también, un fino busca recompensas, pero eso sí, no
reparte el botín con nadie, a menos que no sea descubierto al instante de
recibir el “bono navideño”, para mi colega todos los días son de pascuas y de regocijo.
El escribidor, es un personaje un poco
discreto, escurridizo, pero con un tacto sorprendente, cuando anda de cacería,
dice que le gusta hacer su trabajo sólo, porque no le gusta repartir el diezmo, y menos que se filtren las
indiscreciones del diálogo que hay que establecer con el
incrédulo donante, o el político
cicatero. A propósito debían desembolsar
los fondos prometidos, para sacar la biografía de la imprenta del gurabero,
antes de que el tema caduque o tiren el material impreso a la basura. El
escribidor hizo un gran esfuerzo mental e intelectual y merece una recompensa aunque sea para cubrir
deudas atrasadas.
Cautela: No se acerquen mucho al libanés,
porque el jacho está encendío, espero
verlos pronto para darle un cordial abrazo.
Diga usted si solo no le falta el megáfono |
Compañero en ese negocio que usted quiere
incursionar hay que invertir dinero sin pensar en el que dirán y sin ser
tiñoso. Dígale a garganta tibia que usted va de vacaciones para el África y que
si la heredera que usted conoció por Internet es una realidad, usted no vuelve
más para el Cibao, a buscar qué, si los chimpancés no les permitirán que usted le abandone jamás.@
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