La pluma de Godofredo
Luis Godofredo Pichardo/
Editor Servicio Panamericano de Noticias
Luis Almagro, regañó a Nicolás Maduro recientemente |
Luis Almagro, un sg de la OEA que le faltan pantalones. |
La decisión del Vaticano al intervenir en la crisis política venezolana, es un
acierto del papa Francisco, La dictadura que fomenta Nicolás Maduro en el
sistema político venezolano es insostenible, además de ilegal y abusiva, cuando
encarcela a ciudadanos inocentes por su condición de opositores y contestatarios
al régimen de fuerza.
El presidente Maduro es un engendro del chavismo negativo, del negador de los derechos humanos y de la
libertad democrática. El fenecido presidente Hugo Chávez Frías era un dirigente
político con poca formación democrática, pero era al mismo tiempo un
hombre disciplinado y respetuoso de los derechos y conceptos de sus adversarios.
Chávez era un gobernante que respetaba a los hombres y mujeres que tenían
formación y disciplina, y sin importar su filiación política dialogaba con
ellos y muchas veces coincidían en las iniciativas que eran beneficiosas para
la mayoría del pueblo de Venezuela.
La falta de experiencia
política de Nicolás Maduro, y el poco conocimiento de gobernabilidad para
tratar con los adversarios han llevado a Nicolás Maduro a verse obligado a
establecer una dictadura política, con un moderado apoyo castrense que se hace
presente cada vez que estalla un conato de ira popular.
El diálogo que patrocinan la
Santa Sede, República Dominicana, Panamá y España, además del Mercosur, es el
único camino a recorrer en la crisis política Venezolana, otra alternativa
conduce al caos y podría auspiciar un enfrentamiento que conduciría a un baño de sangre, hay tres salidas a la
vista: Adelantar las elecciones, permitir la celebración del revocatorio
presidencial, y liberar a los detenidos políticos antes de establecer un nuevo
calendario electoral.
La OEA sigue en el limbo político continental. Es una pena que la Organización de Estados Americanos (OEA)
no sirva ni siquiera para mediar exitosamente en un conflicto regional como el
de Venezuela, que todavía permanece dentro de los límites territoriales de la
patria de Bolívar.
Lo ideal, lo correcto, y lo
sensato, sería que fuera la OEA quien tuviera a su cargo la solución del
conflicto venezolano y no hubiese sido necesario utilizar los servicios de tres
ex presidentes representantes, de dos continentes y tres regiones diferentes,
como lo son los ex mandatarios de República Dominicana, Dr. Leonel Fernández, Martín
Torrijo, de Panamá y José Luis Rodríguez
Zapatero, de España, así como la intervención de la Santa Sede, enviando un
representante argentino al escenario del conflicto venezolano.
La OEA se ha convertido en
un instrumento jurídico continental, pero sin poder ni influencia para resolver los problemas del Hemisferio
Occidental, su secretario general, Luis Almagro, es un sudamericano bonachón
que no tiene el coraje, aunque quizás, la
capacidad de para arremeter contra situaciones como la de Venezuela.
La oposición venezolana
hace tiempo que pidió a la OEA que ayudara en la organización de un referendo
revocatorio del presidente Nicolás Maduro, y de ser necesario que aplicara el
estatuto de la Carta democrática, un
recurso institucional de la OEA aplicable a miembros del organismo que no
cumplan con la legislación que emana de la organización latinoamericana como es
el caso del gobierno de Venezuela que encabeza el obtuso Nicolás Maduro,
Emil Paul Tscherrig el nuncio argentino que representa al Papa en el diólogo venezolano |
Martín Torrijo. Leonel Fernández, JL Zapateros, mediadores en la crisis de Venezuela |
Si no se logran estos
objetivos antes del 11 de noviembre del 2016 se habrá fracasado una vez más y
la dictadura de Nicolás Maduro comenzará
a capear libremente y la oposición tendrá que pasar a la clandestinidad
o el destierro y dejar que el barco de la democracia venezolana zozobre en forma definitiva.@
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