Gobierno de EE. UU sin agenda de ayuda para AL y el
Caribe
El anuncio del Departamento
de Estado de los EE. UU., a través de uno de sus voceros recientemente, de que
ni Estados Unidos ni Europa ayudarían en la crisis de Haití, sorprendió al
liderazgo político continental y caribeño. Pero no es Haití el que no recibe ayuda de EE. UU., es la inmensa mayoría del hemisferio occidental.
En realidad la posición de
Washington, en ese controvertido tema no
debió sorprender ni alarmar a la fauna
política de nuestra región…
Estados Unidos hace mucho
tiempo, que dejó de ser el socio
solidario con América Latina y ni hablar de sus relaciones con los países
caribeños.
Ciertamente, Estados Unidos no tiene nada que buscar en
Haití. Tampoco Europa, nada que extraer que beneficie a las naciones ricas y lo
único que Haití puede exportar son emigrantes paupérrimos, enfermos y
analfabetos, en su gran mayoría.
Es decir, que la suerte para
la dramática situación haitiana está echada y los haitianos tendrán que emerger
desde el fondo para recomponer su maltrecha sociedad, una solución sería eliminar el bandolerismo, y trabajar todos juntos y poner en marcha, un plan de desarrollo con la mano de obra
haitiana, el dinero de los ricos que los
hay, y solicitar ayuda ayuda exterior….
El país más perjudicado en
el caso de Haití, es RD, se ha convertido en el primer proveedor de empleos
para los haitianos migrantes, el primer financista para las parturientas
haitianas y ha permitido una comunidad permanente de de trabajadores legales, pero la gran minoría está en condición de indocumentados o,
ilegal, en su inmensa mayoría.
Es difícil, contar los haitianos que residen en el país,
pero sus problemas crecen cada día y el gobierno dominicano comienza a tomar
medidas migratorias que buscan registrar y contabilizar a ese colectivo, para legalizar su estatu o
deportarlos. Los llamados del presidente Luis Abinader han caído en el vacío,
pero ahora la OEA, con su Comisión CIDH, trata de imponer al Estado dominicano,
la obligatoriedad de no deportar, a las embarazadas y parturientas y a los
menores de edad. LA CIDH es un organismo desfasado y descalificado, al cónsono
con la OEA. (PNS).
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