Comentario Editorial
La República caribeña de
Haití, con una longitud territorial de 27.5 mil kilómetros cuadrados y algo más
de diez millones de habitantes, es la
nación del área del Caribe más empobrecidas y desértica del continente
latinoamericano.
Su poca expansión territorial
es porque comparte territorio con República Dominicana, en la Isla La Española.
Su densidad habitacional
corresponde al crecimiento demográfico de América Latina y su territorio
convertido en un desierto, es obra de depredadores, haitianos, en su mayoría
agricultores analfabetos y sin cultura de producción nacional, que prefieren el “conuquismo a la forestación
de sus áreas montañosas.
Los denominados empresarios
madereros que abundaron en el siglo XX y que exportaban toda clase madera “preciosa”
a países de Europa y Estados Unidos para ser comercializadas en aquellas plazas
comerciales, se encargaron en Haití y el resto de los países caribeños de la
explotación indiscriminada de los bosques vírgenes que abundaban en la región.
El pueblo haitiano está
pagando las consecuencias de ese desmonte de sus cordilleras montañosas desde
hace muchos años. Las lluvias ya no
abundan, y las sequías y el conuquismo tradicional de los agricultores haitianos
contribuyen a acrecentar la crisis.
¿Es posible incentivar un; “Plan
Marshall? para salvar al pueblo haitiano
de una crisis insostenible de inestabilidad política, alimentaria, migratoria y
de vivir sin esperanza”.
Pensamos en PNS que si las
Naciones Unidas dejan de hablar menos y deciden pedir ayuda real a las naciones
ricas para cambiar la suerte de Haití, sí se podría evitar una catástrofe
humana en la vecina nación que afecte a todos los países del CARICOM y el
denominado Caribe español.
Estamos convencidos de que
naciones como China, Rusia, Japón, el Continente europeo y Australia entre
otros, aportarían una cuota
significativa para este salvataje haitiano.
La ONU, la Organización de
Países Americanos (OEA) y otras organizaciones humanitarias y altruistas tienen
la palabra para tomar una iniciativa de carácter urgente y humanitario. El
viacrucis haitiano no puede continuar por más tiempo sin resolverse. (PNS).
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