Conversando con la Iglesia católica:
¿El Celibato ha sido
positivo o negativo para la Iglesia
católica?
La imposición eclesiástica que prohíbe a los sacerdotes católicos casarse: ¿ha sido beneficiosa o negativa para la vida sacerdotal a largo plazo? Tendríamos que reflexionar profundo y colocarnos a dos bandas, por un lado sopesar la inquietud de los Papas y por otro sacar a flote el costo de la pedofilia enquistada en las más altas esferas del catolicismo
En primer lugar un celibato
impositivo y prohibitivo, dudamos que beneficie a la Iglesia católica
universal. Los impulsores del celibato, lo propusieron por muchos años, hasta que lograron que se convirtiera en una
política de restricción para la vida clerical.
Los Papas León IX y Gregorio
VII, fueron los principales gestores y promotores en 1123 y 1139, alegando que temían una
degradación moral del clero. No se
equivocaron, apareció la degradación, pero esta vez con millares y millares de
abusos sexuales a menores de edad. No se explica con detalle y claridad a que tipo de degradación se referían los
pontífices romanos de esa época, pero la pedofilia lo deja en blanco y negro.
Esa imposición ocurre más de
un siglo después de que Jesucristo aceptara discípulos casados y sacerdotes
también.
Para tener un juicio claro
de porqué se daban estos movimientos, dentro del seno de la Iglesia, hay que
recordar que los Papas eran batuta y constitución en su mandato clerical.
Actuaban con una doble moralidad, por un lado mostraban el liderazgo
espiritual, pero por el otro mostraban su condición de hacendado o rico
poderoso y su gestión era más de un monarca que de un pastor.
Hubo una época en que los
cargos para nombrar a los pontífices
eran vendidos y ese dinero pasaba a engrosar el patrimonio del Vaticano, o la
Iglesia en general, si antes los pontífices en función lo echaban primero a su
alcancía privada.
Los acontecimientos del
segundo milenio de la Iglesia católica universal demuestran que la imposición del celibato no
fue una decisión de acierto. Los miembros del Clero, seres humanos y pecadores
como todos nosotros, sintieron la necesidad biológica de tener descendientes y formar una familia a través de la unión
matrimonial que impuso Dios y los Papas la eliminaron.
Algunos pontífices han
proclamado la necesidad del celibato, para que los sacerdotes como misioneros
de la Iglesia estén en condición de
realizar sus misiones, sin tener que abandonar una familia en pareja y a los
hijos procreados.
Esto es una falacia de tesis
teológicas acomodadas a los jerarcas de la Iglesia. El sacerdote que desea
cumplir con su juramento y fidelidad a Dios, no regatearía el encargo de una
misión, pero además si la Iglesia había sido más precavida, prepara misioneros evangélicos solteros, que quisieran realizar ese trabajo espiritual.
Nos preguntamos por último: ¿Qué
es mejor tener sacerdotes pedófilos, homosexuales y depredadores de menores,
que sacerdotes casados, como Dios impuso
y manda? Las denuncias de pedofilia en todo el mundo opacan la labor sacerdotal y dejan muy para y cuestionada la dirección de la
Santa Sede en el Vaticano.
El establecimiento del celibato, se discutió
en los Concilios de Trenton, Letrán y otros eventos de la Iglesia, los Papas lo
apoyaron sin reserva. Que llegue el día en que Nuestro señor Jesucristo
intervenga y corrija esa anomalía y elimine la pandemia de la pedofilia dentro
de nuestra Iglesia universal. ( PNS).
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