La profesión del periodista
y sus farsantes
Cuando comencé a olfatear el oficio de reportero o
comunicador social, todo lo vi color de rosa, porque estaba entusiasmado y
enamorado de la profesión.
Pero desde que hice mis primeros intentos por escribir
para comunicar, descubrí la feroz competencia entre compañeros o colegas.
Recuerdo que en un
encuentro en la Redacción del diario santiagués, La Información, mientras unos colegas me
estimularon a seguir en mi iniciativa de
estudiar periodismo, como un oficio
permanente, otros comentaron que yo no tenía condición para esa tarea.
Pero no me amilané, seguí el camino que debía trillar
para mi propia experiencia. Esa
La figura del especialista en economía, siempre pronosticando crisis económica |
La entrevista del momento del reportero busca vida |
Me estrené en el periodismo político radiofónico de la
época, debutando como un bisoño en dos o tres de las emisoras de mi pueblo, y
luego salí del país, y estudié
periodismo en Caracas, Venezuela, graduándome en marzo de 1966, posteriormente
lo hice a los 2 años siguiente en el Lumen
Data Proccesing Institute Inc, de la ciudad de Nueva York, el 5 de octubre de
1968.
La figura del narcicisista y farsante |
Estudié Ciencias Económicas y Sociales en la Academia
Henry George School of Social Science. Terminando mis estudios al final de la
década de los años sesenta.
Aunque escribo en el título de este artículo que el periodismo es el
oficio de farsantes, es justo señalar, que hay periodistas íntegros, y que
ejercen la profesión como un sacerdocio, con dignidad y responsabilidad.
El problema es que la mayoría son chapuceros, farsantes y
mentirosos. Son pocos los colegas que no se atribuyen un historial de heroicidad, de patriotismo o
de sacrificio personal, hay algunos, incluso que se atribuyen títulos inexistentes,
historias que pertenecen a otros protagonistas y la mayoría proclama que es
pionero en todo, aun que nunca haya movido una paja. ( PNS Noticias.Com).
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