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Un acto esplendoroso y una cena insípida
El viernes 13 de diciembre
del presente año, asistimos a la cena de confraternidad periodística que ofrece
el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) en su Seccional de Santiago.
La directiva local del
gremio se esmeró en preparar un escenario y ambiente acogedor. Una decoración
magnífica que se ajusta a la época navideña. Pero falló, en preparar el bufet de la tradicional cena.
Una comida que estaba cerca
a la descomposición, fría y mal condimentada, preparada desde hacía varias horas en el
transcurso del día y la sirven a las 11.pm. Donada por los comedores económicos
del Estado, que cada año hacen la
contribución, mientras la carne de pollo tenía
mal sabor, por el tiempo
transcurrido, el cerdo parecía crudo y en vía de descomponerse por la misma
causa.
La ensalada y el pastelón
pudieron tener mejor sabor y agradar al paladar de los asistentes, pero no,
estaban fríos y habían perdido la exquisitez, en términos generales puede afirmarse que la
gesta fue un desastre.
El vino que ofrecieron, de tercera o cuarta categoría. La crítica no
la hacemos a los anfitriones, sino a los donantes, porque pensamos, que le cuesta al presupuesto de los comedores
del Estado, que pagamos los
contribuyentes, preparar una hoguera
artificial y que esos alimentos estén en condición de ser consumido sin el
temor, a una intoxicación, o una
indigestión que nos lleve a la sala de un hospital.
Pero ese es el riesgo de las
donaciones, las cogen o las dejan. Pero que impresión tan desoladora deja en el invitado una cena de desecho.
En lo demás excelente. Buena
música, exquisita decoración, pero deben tener un poco de cuidado en la higiene
de los baños, las llaves del agua ningunas funcionaban, no había papel
sanitario, ni toallas higiénicas para las manos. Es decir, que hay que acortar,
los discursos insulsos y faltos de veracidad. Hay que dedicarle más tiempo al compromiso que supone
ser dirigente del CDP.
En este momento, hago una
reflexión sobre la política del Estado y gobierno de la RD, sobre pobreza y
riqueza.
Las estadísticas que
soportan cualquier cantidad de datos veraces o falsos, nos hablan de la
reducción de la pobreza y el aumento de la riqueza en la RD, y observando con
detenimiento el colectivo periodístico nuestro, nos damos cuenta que a este
sector, la bonanza ni por asomo ha
llegado, ojalá llegara pronto, antes que comience el exterminio hambruna.
Observé como un colega
devoraba las frutas que sirvieron en las cestas para los invitados, y no
habiendo un cuchillo para poder cortar en lonjas las manzanas, con sus uñas y
los dedos devoró al menos tres de esas exquisitas frutas.
A otro comiendo maní en forma desesperada, superando a cualquier
competidor, incluyendo a los monos.
Otros colegas clamaban por
agua, hielo, ron, whisky, cerveza, vino, o lo que fuera, pero que fuera rápido
y en abundancia.
Definitivamente, a los
periodistas dominicanos, desempleados en gran cantidad, no les ha llegado la riqueza del
crecimiento económico, ni la solidaridad
de los bonos estatales que se financian con los impuestos de los
contribuyentes. (PNS).
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