La Pluma de Luis
Godofredo/ Columna del Editor
de PNS
Escrita por LGP
Personajes
en contexto
. Hilary Clinton
desaparece de la escena electoral después
del 8 de noviembre en que perdió las elecciones en Estados Unidos, por una
tradición constitucional que no se
justifica en pleno siglo XXI.
La candidata demócrata que
fue muy vapuleada por noticias falsas
y acusaciones ridículas perdió el voto mayoritario del Colegio Electoral, por un tecnicismo que data de mucho tiempo en
la historia política estadounidense. La Constitución norteamericana estableció otorgarles representación a los 50
estados. Aunque éstos carecieran de
representación electoral real y cada estado recibe una cantidad de votos
electorales por su crecimiento y representación demográfica, es decir, por la
cantidad poblacional que tenga cada uno.
De ese acuerdo legislativo caduco, se estable que
estado como La Florida cuentan con 35 votos electorales, mientras que Delaware
sólo con dos. Nueva York 29 y así sucesivamente, basado en ese tecnicismo o
tradición, un candidato puede ganar las elecciones generales con el voto
popular y perder en el conteo del Colegio Electoral, que es el que legitima la
votación.
Se han registrado varias
situaciones de esa naturaleza, y nombremos al menos dos: Al Gorde, le ganó al Geroge W. Busch, en el escrutinio popular,
pero el voto del Colegio Electoral de la Florida le dio la victoria al ex
presidente GW. Busch, en el 2004.
Lo mismo termina de ocurrir
en las elecciones del pasado 8 de noviembre, Hilary Clinton ganó el voto popular, pero perdió en tres de los
estados más poblados el voto del Colegio
Electoral.
Una campaña sucia y difamatoria enfrentó HC. Para
sorpresa del mundo, la campaña electoral del 2016 en Estados Unidos fue sucia, con noticias falsas y acusaciones
sin fundamento.
Trump dominó la prensa con estrategia de marketing |
Donald Trump, logró
acorralar a su rival con el fantasma de
los correos electrónicos que supuestamente Hilary Clinton, debió recibir y despachar a nivel público con
el conocimiento y consentimiento del gobierno federal, ya que ostentaba el
cargo de secretaria de Estado, es decir, jefa del Pentágono, la segunda
instancia del gobierno federal de los Estados Unidos.
Algo inquietante.
Hilary no salió a pelear los votos ni a pedir recuento en donde se presumen
dudas y rapidez inusitada para el conteo, mientras que la presidenta del
Partido Verde sí lo hizo y ha dicho que es un deber de los candidatos y los
partidos, dejar satisfechos a los
electores. Sin una explicación convincente, la candidata demócrata se retiro del escenario
electoral antes de que se confirmara la
victoria de Trump y lo llamó por teléfono para felicitarle ya entrada la
madrugada del 9 de noviembre. Me parece, que Hilary Clinton que trabajó tan fuerte para
ganar, y ganó el voto popular…debe darle una explicación a sus seguidores que
sea convincente, a menos que no haya concluido su carrera política..
El manipulador del marketing de la prensa. Trump, un
hábil corredor de bienes raíces y un magnate bien posesionado, se hizo creíble en un sector del electorado de
extrema derecha y de grupos neofascistas que apuntalaron su candidatura hasta
que lo llevaron al poder.
¿Fue secuestrada la democracia de EE. UU? Si cuantificamos lo que supone una ‘nueva era’ como
vaticinan ‘los politólogos, entonces habría que hablar de un cambio brusco en
la tradición de la democracia representativa. Pero al mismo tiempo hay que
aclarar que el secuestrador si lo hubo, no es Donald Trump, sino. El propio sistema y sus amplias libertades.
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En donde se permite que comunidades racistas y xenófobas
participen activa y públicamente en un proceso electoral, con actividades
proselitistas y discursos de barricadas, no puede esperarse otra cosa que no sea el
caos, la esclavitud o un gobierno de fuerza que termine en un mandato
dictatorial.
Pero esa es la democracia estadounidense con más de
dos siglos de existencia. Libertad y respeto ciudadano, y participación de dos
partidos tradicionales y mayoritarios, que se complementan con la participación
de uno o dos candidatos minoritarios con partidos minúsculos, con pocos votos
electorales y una cartera de votos populares que nunca altera la votación
presidencial.
Donald Trump es un
desconocido, o lo era en política, hasta
que ganó las primarias republicanas y
en noviembre se alzó con la presidencia. Es un hombre multimillonario. Con una gran visión empresarial y un captador
de marketing publicitario extraordinario, lo que le ayudó a posesionarse en el mercado
electoral, hasta alcanzar la meta deseada.
La prensa se peleó con él y Trump la aprovechó hasta el máximo.
Ahora los grandes medios les piden excusas o se retractan. Sabe jugar el juego
y demostró sabiduría, hizo de la mentira burda un discurso sostenible que terminó apabullando
a su contrincante demócrata.@
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