La OEA
sigue siendo un instrumento jurídico regional sin influencia y poca notoriedad
Washington, EE. UU., (Diario Digital/PNS
Noticias)._ El abogado chileno José Miguel Insulza, al frente de la
Organización de Estados Americanos (OEA) ha hecho lo que ha estado a su
alcance, no mucho, no se puede hablar de éxitos ni de avances de la diplomacia
latinoamericana a través de la OEA, por el contrario se percibe un
estancamiento y una política de fuerza impuesta por Estados Unidos. Y Canadá.
José Miguel Insulza, un Secretario General de la OEA decorativo |
En cada conflicto del Hemisferio, la OEA se
presenta como mediadora, pero su trabajo conciliador y de diplomacia de altura
no rinde frutos. Lo hemos visto en los casos recientes de Colombia-Venezuela,
Ecuador-Estados Unidos, Costa Rica-Nicaragua, Honduras-Manuel Zelaya, y últimamente Paraguay-Fernando Lugo.
El presidente ecuatoriano Rafael Correa, ha
reiterado la necesidad de eliminar la OEA como instrumento de conciliación
latinoamericana y sustituirla por un organismo regional, genuinamente
indoamericano, sin la presencia de Estados Unidos y Canadá, que son los
miembros hegemónicos que utilizan a la OEA para influenciar y obligar a los
gobiernos del continente a aceptar políticas que muchas veces son contrarias a
los intereses de los latinoamericanos.
Gobernantes de Centroamérica que claman por respeto a la Constitución y la democracia latinoamericana |
La OEA actuó con frivolidad en el diferendo
territorial entre Costa Rica y Nicaragua, y en Honduras su actuación y
presencia fueron lastimosas en el derrocamiento de Manuel Zelaya, no hizo nada,
ni recomendó como mantener la vigencia de la democracia truncada en Honduras,
es como si estuviera de acuerdo con el Movimiento de Ultra derecha que se mueve
rápidamente en Sudamérica en defensa de los terratenientes y de las injusticias
sociales.
Fernando Lugo y Manuel Zelaya, dos presidentes que la Ultra Derecha ha derrocado utilizando al Congreso |
Esa política que prevaleció en América Latina
hace más de dos décadas fue la que derrocó a Zelaya por un golpe de Estado
legislativo, y es la que termina de derrocar a Fernando Lugo en Paraguay. El
poder económico utiliza a los legisladores ( senadores y diputados) lo manipula
y lo pone en contra del imperio de la ley, que ellos mismos dicen representar y
derrocan a los presidentes legítimamente elegidos por el pueblo y
constitucionalmente con el derecho de terminar sus mandatos.
Esa política nefasta que apoya Washington
tras bambalinas y que la OEA sigue al pies de la letra, es la que busca
derrocar a Evo Morales en Bolivia, a Rafael Correa, en Ecuador, y a Hugo
Chávez, en Venezuela.
Es la misma OEA que en medio siglo no ha
podido sostener un diálogo abierto y
fructífero para hacer que Estados Unidos levante el embargo económico a Cuba,
ni permita su reingreso y es el mismo instrumento que observa como se violentan
los derechos humanos en el Hemisferio y no hace nada para remediarlo.
Pero pensándolo bien, que haría el paquete de
viejos “diplomáticos de pacotilla” si pierden ese lucrativo empleo, hay
burócratas en la OEA que llevan años y años disfrutando de un lujoso salario y
su única obligación y responsabilidad es estar presentes en los restaurantes de
Washington para lograr una sostenibilidad rentable de esos negocios con un costo
altísimo para los contribuyentes estadounidenses y latinoamericanos.@
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