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Con agradecimiento:
Luis Godofredo Pichardo
Fundador y director ejecutivo

viernes, 7 de enero de 2022

La Metralleta de don Godo/La Columna de Luis Godofredo Pichardo/Editor de PNS Noticias.Com

 


¿Realmente es el periodismo un mal necesario dentro de la sociedad?

No quisiera compartir esa tesis por controversial y realista al mismo tiempo. Pero tiene mucho de real y vergonzante para los que ejercemos el periodismo por vocación.

Un colega muy cercano a este columnista me sorprendió diciéndome, Luis, lo que ocurre es que todavía tú no te das cuenta de que el periodismo como profesión en un mal necesario dentro de actual sociedad globalizada.

Luego, el colega me ofrece un escenario difícil de digerir, para los diversos niveles en que se ejerce el periodismo actual.

Dentro del periodismo profesional,  hay diversos estilos periodísticos, pero se utilizan muy poco en la actualidad, y ahora se exhibe un periodismo estrafalario,  en muchos casos aborrecibles, ese periodismo de última generación que se plasma en las redes sociales, con tanto descaro, con tantas faltas ortográficas y gramaticales, y sobre todo un periodismo de chismorreo y de pésima calidad.

Muchos periodistas amarran
 al cerdito por necesidad, otros por
 corruptos y los últimos por adulones

Todavía me cuesta trabajo entender, interpretar y aceptar, un periodismo que trata de formar opinión pública con unas cuantas palabras en un texto tipo telegrama. Pongo en duda que ese tipo de periodismo tenga futuro y que se le pueda llamar comunicadores sociales, a quiénes lo ejercen.

Este estilo libre de periodismo de escaso texto no puede profundizar, convencer, o formar opinión pública creíble, pero debemos entender,  que estamos en la era de la informática, y que al periodismo tradicional no le queda mucho tiempo de presencia impresa. Y mucho menos que pueda ser rentable.

Esta  es la realidad que enfrentan las empresas periodísticas que todavía mantienen publicaciones  impresas, es una alerta al periodista profesional, con capacidad de criterios, con formación editorial y con un sólido dominio de nuestro idioma castellano.

Pero aún en la clase periodística profesional y tradicional hay cambios conductuales profundos, y encontramos en comunicadores reconocidos  y profesionales,  como venden o distorsionan sus opiniones e investigaciones a favor de una causa que le produzca compensación económica,  fácil y rápida.

Ahí están las famosas bocinas políticas que venden su trabajo al mejor postor, sin importarles un bledo, las consecuencias nefastas que arrastran contra su credibilidad  profesional, como comunicadores sociales, y muchas veces en perjuicio directo de su  honradez personal,  y  la del entorno familiar.

Con l razón,  dice el colega HO, que el periodismo es un mal necesario en la moderna sociedad del siglo veintiuno, lo fue antes, pero no tan descaradamente como ahora.

Hay que tomar en cuenta por último,  que existe una desigualdad, económica, social y cultural enorme,  éntrelos  periodistas profesionales y académicos y los reporteros formado al fragor de múltiples necesidades y en muchos casos empíricos. Por necesidad.

El periodismo político que surge del activismo de los diversos partidos y el patriarquismo de los Estados, especialmente  de los gobiernos de turno. Termina en una verdadera retranca para  poder ejercer y practicar, un periodismo de calidad y forjador de una opinión pública sana y con credibilidad. Pública.

La corrupción periodística  también,  surte sus efectos negativos, en países como el nuestro en pleno desarrollo, cómo equiparar la posición económica de un periodista que reciba un salario o soborno millonario, a uno que tenga que contentarse con un salario de unos míseros 400 o 500 dólares al mes, y es mucho si lo comparamos con reporteros que ganan entre 10 y 15 mil peos. (PNS).


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