La Inmigración mundial y los
muros de la verguenza
Hoy desde nuestra Ventana
católica PNS apoyamos los reclamos del papa Francisco, que llama a
los muros europeos, y fronteras
infranqueables, los (muros de la
vergüenza), el Santo Padre se refiere, a
los impedimentos que se colocan en los diversos países, especialmente en los
pasos fronterizos, obstáculos y retenes militares, muros o alambradas, que
impiden el trayecto o destino de viaje de cada inmigrante.
La migración mundial que se
convierte en inmigración, cuando
penetra al territorio deseado.
Pero las leyes establecidas
en cada país recipiente crean múltiples limitaciones, a los solicitantes de visas de
trabajo, humanitaria o de asilo político, que a veces le obliga a volver a su
país de origen deportado.
Estas limitaciones y contradicciones
legales, limitan y quitan derechos a los
transeúntes migratorios, pero al mismo tiempo, obligan a naciones que ya están saturadas de migrantes, a asumir responsabilidades que muchas veces ni
pueden cumplir. Ningún país está
obligado a recibir o alojar inmigrantes si no está en condición de atenderlos
en materia de alimentación, vivienda, salubridad y educación entre otras
prioridades.
Pero existen acuerdos internacionales que obligan a las naciones firmantes, a cooperar, aún en el caso de que esa nueva migración, altere el desarrollo y la política de la nación recipiente
Esta es la cara de tragedia humana que vive el mundo con la migración desbordada |
Es un contra sentido obligar
a una nación a asumir responsabilidades ajenas, pero así son los acuerdos
internacionales burocráticos, que se
forjan en un asiento cómodo, con esplendor y salario de lujo, entre otros privilegios,
estos funcionarios burócratas nunca aportan nada y el costo de la tragedia lo sigue
pagado la clase más pobres.
Jorge
Mario Bergoglio, cabeza visible de la Iglesia católica defiende la parte
humana, de la inmigración masiva, y es lo correcto y justo, pero debe obligarse
a los más ricos y explotadores a cargar con el costo de éxodo interminable.
A veces no preguntamos cómo es que se trata de
obligar a naciones como Francia, Italia, Alemania, España, Grecia y otras que
están saturadas de migrantes, al igual que Estados Unidos y Canadá en el
continente norteamericano.
Ciertamente, tanto Estados
Unidos, como el Canadá tienen mucho terreno disponible, es decir, que no es por
falta de espacio, sino de servicios a los nuevos colonizadores.
La solución al problema
migratorio mundial no es pedir que se abran los muros establecidos, es pedir inversión de los ricos para
desarrollar los continentes que todavía no lo han logrado como en el caso de África,
Asia, América Latina, entre otros.
Sin tener que volar a nivel
de crucero, quedémonos con países como los de Centro América, en nuestro
continente, Venezuela, y Colombia, entre
otros, en la zona del Caribe, si se invierte en el desarrollo económico de
Haití, los haitianos no tendrían que emigrar, lo mismo ocurre con el resto de
las islas anglófonas caribeñas,
Un caso ejemplar el de
República Dominicana, poco a poco se ha ido convirtiendo en el paraíso tropical
del Caribe, y los ricos en vez de vacacionar en Francia vienen hacia la RD, lo
mismo pasaría en Haití, Cuba y Puerto Rico han tenido su época de oro, pero se
descuidaron y el mal tiempo lo sorprendió, el denominado sueño americano está
en estás en estas tierras fértiles del Caribe tropical, si tenemos una economía
próspera no hay que salir a llevarle carne humana a los tiburones en los
confines de los océanos.. ( PNS).
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