La Columna de LGP con los
comentarios de actualidad/ Editor de PNS Noticias.Com
La industria periodística impresa nunca fue fácil, sacarla hacia delante con ideales e
iniciativas positivas, falta siempre un denominador común (capital) y eso
ocurrió con el proyecto periodístico de la Revista Nuevo Mundo que se originó
en Nueva York y sucumbió en República Dominicana, el inicio fue difícil, pero tesonero, y las
llamadas telefónicas se cruzaban, buscando inversionistas en el sector
periodístico dominicano, y eso hizo el comienzo más faenoso. En la Avenida Broadway
y la calle 52, en la oficina de Panamerican News Service Inc. (PNS). desde allí
buscaba oxígeno económico y colaboradores de redacción.
El autor de esta Columna, creador del proyecto, tenía
mucho entusiasmo y agallas. Pues a sabiendas, de que no contaba con un capital de trabajo sólido,
decidió formar una compañía denominada
Nuevo Mundo C.XA, con acciones nominales de 100 dólares o pesos
dominicanos cada una, comenzamos a comunicar y difundir el proyecto a otros periodistas, en
Nueva York y RD, pero muy pocos respondieron a la iniciativa, pero estando
convencido de que saldríamos delante, arrancamos contra todos los pronósticos
en contra, por la falta del bendito dinero.
Todavía seguimos detrás de un nuevo mundo |
Las puertas que tocamos y no nos abrieron, pudo haber sido la falta de fe y confianza en
sí mismo. O quizás falta de liderazgo.
Observando que los colegas no aportaban nada al capital
que necesitábamos, (salvo unos pocos accionistas) me c a incliné por conquistar
a personas independientes, y en cierta medida fue positivo, aunque con una
inversión adicional de mi parte, porque
tenía que financiar las cervezas y comidas que consumían mis futuros socios
cuando nos reuníamos.
Al final la iniciativa se quedó corta y me tuve que
ingeniar para sacar la publicación a
flote, pero con recursos propios y limitados.
La revista Nuevo Mundo
se publicó por primera en Nueva York, pero el costo de impresión, la separación
de colores, diagramación y corrección y el pago a unos pocos colaboradores forzaron
a una suspensión temporal, que luego reanudamos en República Dominicana.
Nuevo Mundo C.X.A, ya estaba funcionando en Santiago, con
el propósito de publicar la revista desde esta ciudad, y habíamos instalado una imprenta con equipos
traídos desde Nueva York y un par de
máquinas impresoras que fueron aportadas como acciones a la compañía.
Por cierto una de dichas máquinas ya era obsoleta, pero
su propietario don Julio Jerez, era un
impresor de amplia experiencia y sus conocimientos tenían más valor que la
chatarra.
Otra impresora offset entró como aporte de capital, y ya
se estaba incluso trabajando en la Imprenta, en trabajos de remiendos como se
denomina la impresión formularios, etiquetas, tarjetas y otros impresos.
La Impresora Nuevo Mundo había comenzado a funcionar en
la calle San Luis, esquina Las Carreras,
acordamos que yo me trasladara a Santiago desde Nueva York, y que se comenzara
a imprimir la revista en esta ciudad, pero una decisión del Consejo de
Administración lo cambió todo, decidiendo en mi ausencia que no era factible
dicha publicación en ese momento y hasta ahí llegó la sociedad.
Yo había regresado
de Nueva York, preparado y con el primer
material que íbamos a publicar en mi calidad de director-fundador, estaba
eufórico por ver de nuevo la revista en
la calle, me llamaron los miembros del Consejo de Administración y me
comunicaron la decisión de que no se iba a publicar la revista.
Así transcurre la vida del periodista |
Yo me convencí de que no había nada que hacer, porque
extrañamente, siendo yo el fundador de la revista y de la Nuevo Mundo C.X.A.,
no figuraba en el Consejo, porque cuando se eligió yo esta en Nueva York y no
reclamé, es decir, que en poca palabras me robaron el proyecto, pero la mala fe
no pare hembra, y al poco tiempo desapareció.
Los socios principales en Santiago fueron los fallecido
Antonio Jiménez, don Julio Jerez, y Edilio Raposo Luna, un farmacéutico,
un impresor y un Juez de Paz, estuvo
allí también fallecido Antonio Marcelino Ferreiras Aracena, y Humberto Olivo.
46 años después yo continúo como escribidor y dirigiendo el portal Servicio
Panamericano de Noticias. ( pnsnoticias@gmail.com).
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