Radar del Caribe
Por la Redacción del Servicio Panamericano
de Noticias
El Caribe Anglófono cerca…pero distante. Muy cerca de las Antillas Mayores, Cuba,
República Dominicana, y Puerto Rico, pero debido a la dificultad del idioma, las 14 islas caribeñas que hablan otras
lenguas, pero con el inglés como denominador común, impide desde hace siglos un
acercamiento entre los más de 30 millones
hispanoparlantes de la
comunidades cubana, dominicana y puertorriqueña con las comunidades anglófonas.
A los isleños de habla
castellana, nativos y residentes
en las Antillas Mayores, nos gustaría conocer a nuestros vecinos más cercanos,
pero el idioma se convierte en un valladar. Incluso se da el caso cuasi
insólito de que el 99 % de los dominicanos no conoce el territorio haitiano,
que se delimita con la frontera dominicana, ni se trata con sus gentes, salvo en el
presente siglo XXI, que se está produciendo una integración involuntaria, que obliga a ambos lados de la isla la
Española a entenderse con una cuota
emigratoria descomunal de parte del lado de Haití, que arrabal iza a la
República Dominicana.
¿Será cierto que hay potencias extranjeras que buscan la
integración? Hay inquietud patriótica del lado oriental de
la Española, es decir, de la República
Dominicana, porque el éxodo no se
detiene, y en la caravana interminable de haitianos, hay mujeres, hombres y
niños, todos hambreados y muchos con enfermedades tropicales: Esta gente viene
sin nada, ni puede aportar nada, en
mayoría son niños lactantes, o menores de edad, y tanto las mujeres, como los
hombres, en su mayoría son analfabetos en su país, hablan una jerigonza que
ellos llaman el Patwá, pero no hablan español que es la legua oficial del
gentilicio dominicano.
Los gobiernos de Francia, Estados Unidos y
Canadá. Estas tres
potencias son sospechosas de dirigir un plan subterráneo para lograr una
integración dominico-haitiana. Cada una por su lado niega tal conspiración, pero
la integración se está efectuando paulatinamente sin que haya necesidad de
intervención extranjera.
¿El destino de la isla Española es incierto? Si lo miramos con objetividad, es muy
preocupante, y de seguir el éxodo inmigratorio podría producirse una crisis
social de matices varios pintos, que hasta podrían degenerar en una
confrontación poblacional que nos lleve a una guerra transfronteriza.
¿Es
una farsa alarma? Habría que
valorarla desde el punto de vista de cada sector, o de los intereses que lo
representan. En territorio dominicano tenemos en Movimiento Nacionalista en cierne,
que lo dirigen una banda de “politiqueros apandillados”, que propugnan por una
expulsión masiva de ciudadanos haitianos, empero el Estado dominicano tomó la
iniciativa de legalizar a los
trabajadores haitianos, junto a sus
respectivas familias, y aunque el plan pareció “fallido” y poco eficiente, se
logró por un par de meses frenar el movimiento migratorio masivo.
¿RD
un estado cuestionado? A la
sociedad dominicana le hace falta una gobernabilidad democrática y una
administración honesta, después de 55 años de la desaparición de la era de
Trujillo, la democracia ha funcionado mediatizada, manipulada, por los
políticos inescrupulosos y corruptos, y la población explotada por una élite
económica que se asemeja a una máquina tragamoneda.
No todos los políticos que han incidido en el
devenir económico dominicano en más de
medio siglo ha sido corrupto, irresponsable, o ladrón, de Juan Bosch, no puede
decirse eso, tampoco de Joaquín Balaguer, ni de José Francisco Peña Gómez,
estos tres pilares de la política caudillista dominicana, aunque fueron diferentes
en el pensamiento político y el accionar administrativo, hay que separarlos de
la cáfila que desgobierna desde hace algo más de dos décadas.
Liderazgo
frustrado. Juan Bosch, líder caudillista y liberal, encabezó un gobierno
democrático, pero la derecha lo tumbó a los siete meses. Joaquín Balaguer,
estadista, caudillo y dictador, discípulo del trujillismo, gobernó por 12 años
con un baño de sangre: y luego volvió al
poder por diez años más, con un poco de mesura y libertad ciudadana. Y José Francisco Peña Gómez,
demócrata-caudillista, descendiente de haitianos, quiso gobernar, pero la
burguesía y la extrema derecha no se lo permitió fueron esos tres dirigentes los que permearon el escenario de la
democracia dominicana durante los últimos 50 años, los demás dirigentes,
Antonio Guzmán, demócrata-liberal, Salvador Jorge Blanco, demócrata legalista,
Jacobo Majluta. Demócrata-bonachón, Leonel Fernández, político corrupto, y
Danilo Medina, economista tradicional, que ha buscado guarecerse en las
mentiras reiteradas para buscar un segundo período de gobierno, signado por la
impunidad, la corrupción y el abuso en el manejo administrativo. @
No hay comentarios:
Publicar un comentario