La Metralleta de Don Godo: Sondeando el mundo de hoy

Sanciones europeas y de Washington caldean el ambiente político Internacional

Por Luis Godofredo Pichardo/ Editor de PNS Noticias/Nuevo Mundo y Panorama Internacional Blogspot.Com

  Obama preocupado por Venezuela. De puño y letra le escribió una carta a una venezolana que se mostró desesperada y pidió a Estados Unidos que hicieras algo para detener a Nicolás Maduro y sus testaferros para impedir una dictadura neo-comunista en Venezuela.

Obama responde a venezolana que
se encuentra trabajando en busca de
una solución a la crisis de Venezuela

  La remitente reside en Miami y sufre una gran tensión por los acontecimientos que escalonadamente se van concatenando en la sociedad de Venezuela. No pasa un día sin que se reporten muertos, heridos o prisioneros, ahora el Gobierno anuncia que se investiga a 30 militares por intentar dar un golpe de Estado, pero esa  información es parte de la estrategia de Nicolás Maduro y sus asesores para adelantarse a los acontecimientos que se avizoran en la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez.

Estos señores que aparecen en la imagen,
son los gendarmes de la Guardia Nacional

 ¿Quién o quiénes puede dar un golpe militar en Venezuela? La Guardia Nacional, la Marina o la fuerza de aire, ¿pero quien controla esos mandos militare?, lo controla Maduro y sus subordinados. Es decir, que es una falacia divulgar que 30 militares quieren tumbar al Gobierno de Venezuela.

  La vigilancia es total sobre los mandos militares, además hay que entender que los asesores militares cubanos están en el centro del crucigrama venezolano y están allí, precisamente para defender a Nicolás Maduro y a su Gobierno, ese es el compromiso de La Habana con el chavismo, como lo es  el del resto de  los mandos militares bolivarianos o mejor dicho chavistas,  en Bolivia, Ecuador y Nicaragua.   Si no estoy confuso y despistado Venezuela se encamina rápidamente hacia un proceso político comunista al estilo siglo XXI, y aunque se cree o se percibe que el comunismo ortodoxo es una especie extinguida, los acontecimientos de Ucrania, la invasión a Crimea, y el endurecimiento de la flexibilidad diplomática entre Washington y Moscú, y la posición de vigilancia y sanciones de la Europa Occidental contra Rusia nos muestra un panorama diferente, y aparenta que estamos frente a un nuevo brote del comunismo internacional, que el Kremlin, con su presidente Vladimir Putin buscan liderar, o manipular.

  La insistencia de Puntin y el Parlamento ruso en mantener una activa presencia en Ucrania y amenazarla con una invasión,  se creía que eran tiempos superados en la Rusia de hoy y hasta casi se justificaba en la antigua Unión Soviética, por los compromisos y por la solidaridad que  Moscú mantenía con el entorno comunista internacional.

Rusia termina de admitir que las sanciones
 occidentales les están afectando. Funcionarios
del Kremlin acompañan al presidente Vladimir Putin

 Las sanciones económicas o diplomáticas son un balde de agua fría. Desde que comenzó la crisis caucásica y se difundió la presencia de tropas en Crimea, la crisis interna de Ucrania se salió de sus causes y los ucranianos cayeron en las garras de Moscú.

  Occidente, especialmente Estados Unidos y Europa, han trazado un plan de hostigamiento para forzar al Kremlin a retroceder a su posición anterior y continuar con su política internacional fundamentada en los conceptos y los privilegios que otorga y concede la democracia representativa, pero el presidente Putin, tiene otros planes, ha diseñado otra estrategia y sostiene que las sanciones occidentales no dañan la economía rusa, ni tampoco sus relaciones internacionales, hasta el momento su posición parece correcta si la miramos desde el punto de vista de Moscú, pues las débiles sanciones impuestas no parecen haberles afectado en lo absoluto.

  Por su parte, Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, y líder indiscutible de Occidente sigue amenazando con nuevas sanciones a Rusia, y esta vez le tocó a influyentes bancos moscovitas que serán sancionados por la política intervencionista de Putin que con el apoyo del Parlamento ruso están dañando las relaciones con Occidente.

  Rusia se quejó a nivel diplomático por la actitud estadounidense, pero sigue hostigando a Ucrania y ya son dos las ciudades que han sido tomadas por invasores separatistas pro rusos que buscan pasar a la gobernabilidad de Rusia y abdicar a la ciudadanía ucraniana.

  No creo en la parafernalia de las sanciones occidentales contra Moscú y por el contrario avizoro una época difícil entre las principales potencias por el control de la hegemonía mundial. Por un lado Vladimir Putin y el Parlamento ruso buscan resucitar un comunismo nuevo, que no sería ortodoxo como en el pasado, pero sería un sistema de identificación regional, que estaría detrás de recuperar la influencia política del siglo pasado.

  El poder militar ruso se renova y se innova.  Desde hace un par de año el Estado soviético  se preocupa por modernizar sus ejércitos y sus armamentos. El presidente ruso Putin ha dicho que la armada soviética cuenta con equipos militares obsoletos y que es necesario planificar y ejecutar su modernización, de igual manera reforzar las tropas en todos los campos, es un ejército relativamente viejo que data de los tiempos cuando estaba en boga el comunismo internacional.

  Eso mismo tendrá que hacer Estados Unidos que ha visto disminuir la capacidad de sus fuerzas armadas, por envejecimiento y por desgaste. Los últimos frentes de guerras en los que ha participado el ejército estadounidense ha diezmado a su tropa joven y la clase oficial ya es caduca, de igual manera acontece con los armamentos, frente a las amenazas reales de Corea del Norte, Rusia y sus aliados y la cáfila terrorista mundial no hay otra salida que prepararse mejor y modernizar los institutos  armados norteamericanos, es la única forma de mantener el equilibrio de poder entre las grandes potencias, además que renovar los armamentos y equipos significa dinamizar la economía que aún se tambalea en una profunda crisis.@