La fortaleza militar fue destruida por la furia de los nativos indígenas que combatieron fieramente contra el invasor español. Los isleños nunca vieron a Cristóbal Colón y sus aventureros como descubridores, sino como intrusos e invasores, y así fue como se produjo el primer combate entre europeos y nativos en la fortaleza española que culminó con una victoria total para los nativos y la eliminación de los colonizadores.
Montecristi es historia viva del siglo XIV y allí yacen sus recuerdos y quizá hasta una eventual maldición de los invasores, la ciudad no progresa y cuenta con una infraestructura natural maravillosa y con tierras aledañas por donde extender sus iniciativas hacia el progreso, pero ahí está estancada y olvidada, como si no existiera.
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