Delincuencia
dominicana destruye moral y buenas costumbres de la sociedad
Por Enemencio Pérez Martínez
Santiago, República Dominicana, ( PNS)._ Un
Memorando del jefe de la Policía Nacional, mayor general, José Armando Polanco
Gómez, instruye a oficiales regionales, departamentales y a oficiales de
estaciones policiales en todo el país a
enterrar a los vándalos delincuentes
cuando éstos caigan abatidos por
miembros de la institución.
En principios la información impactó a la
ciudadanía y salieron a defender los derechos humanos de los fallecidos y sus
familiares, voces autorizadas de los medios de comunicación, de instituciones
humanitarias o de derechos humanos y algunos abogados independientes.
General de la policía reitera sepultarán delincuentes abatidos por la fuerza del orden |
En PNS quedamos impactados por la decisión
del jefe del orden público, al enterarnos de la disposición policial, que a
simple vista aparenta una decisión truculenta, o dictatorial, sin embargo, al
escuchar al mayor general Polanco Gómez, expresar su rechazo a las prácticas
vandálicas de los delincuentes organizados, hay que sopesar la medida y
reflexionar sobre la misma.
Ciertamente, como afirma el jefe de la
institución policial, las nuevas modalidades de los delincuentes atentan contra
la moral y buenas costumbres de los dominicanos, un adefesio que desmoraliza a la sociedad que
tradicionalmente ha seguido un patrón de conducta cívica apegada a las buenas normas que hasta hoy
rigen las instituciones dominicanas.
La reacción de la Policía Nacional y de su
comandante en jefe surge de la muerte del supuesto delincuente Carlos Ismael de los Santos (Boyón), que cayó
abatido por agentes policiales en otro
supuesto intercambio de disparos.
En ese lineamiento referente a la persecución
policial a los delincuentes, y de sus
posteriores enfrentamientos en intercambios de fuego cruzado, la Policía
Nacional no goza de credibilidad. Porque
sencillamente se han producido decenas
de esos intercambios entre comillas que han sido verdaderos fusilamientos
policiales.
Pero si la actuación de la policía en esos
hechos criminales es negativa y
contraria a la ley y el orden público, mucho más dañino es el auge de la
delincuencia a nivel nacional que ha hecho desaparecer de los hogares
dominicanos la paz y tranquilidad de la familia. De igual manera se ha perdido
la confianza para caminar por las calles de nuestras ciudades, de ir a los
lugares de diversión, y de tener esperanza en un mejor nivel de vida dentro de
un marco de seguridad ciudadana.
El insólito entierro de Boyón, supuesto jefe
de la banda Los Chonchones, con música, algarabía, bebidas alcohólicas y con
armas de fuego, no es el primer espectáculo de mal gusto que se genera en la
sociedad dominicana de esa naturaleza, decenas de delincuentes están siendo
sepultados con los mismos actos rituales, y que se sepa, hasta la fecha la
policía nunca ha intervenido para evitarlos como es su responsabilidad.
Hasta la redacción del Memorando del jede la
Policía Nacional hubo una percepción ciudadana que ubicaba a la institución del
orden público como cómplice de la delincuencia organizada, porque decenas de
sus agentes y hasta oficiales de alta graduación aparecen periódicamente
envueltos en actos delincuenciales y crímenes horrendos.
Parece que lo que desbordó la paciencia del
mayor general fue la forma atrevida de los delincuentes de velar el cadáver de
Boyón, con cinco armas de fuego sobre su
pecho y sus costados rellenos de botellas de bebidas alcohólicas, así
como con una procesión fúnebre que se asemeja a un escenario carnavalesco.
En PNS queremos darle un voto de confianza al
mayor general José Armando Polanco Gómez, y que al poner en vigencia su nueva
medida no se sigan violando los derechos humanos de los dominicanos y que se
respete la dignidad de los familiares de los supuestos delincuentes abatidos, y que oficiales y
clases de la policía se comporten como lo que son, como agentes del orden público establecido. (
PNS)@
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