La República Dominicana conmemoró ayer la
desaparición del dictador dominicano, Rafael Leónidas Trujillo Molina.
La noche del 30 de mayo de 1961, el tirano
fue asesinado por un grupo selecto de sus amigos íntimos que decidieron
juzgarse la vida por la libertad del pueblo dominicano.
En ese grupo de valientes y nacionalistas
dominicanos estaban los amigos de confianza del dictador, hasta el extremo de
que sabían de todos los movimientos del generalísimo Trujillo y fue así que
camino hacia San Cristóbal lo acorralaron, y los asesinaron, metieron su
cadáver en el baúl de un vehículo y algunos fueron apresados y asesinados por
el general de la Base Aérea de San Isidro, Ramfis Trujillo, que luego de
asesinar a la mayoría de los complotados se dio a la fuga hacia Francia, y
desde allí a España donde murió en un accidente de tránsito.
Allá en España están los restos mortales
del dictador, su familia y parientes cercanos, menos el de Sngelita Trujillo
que está viva y reside en La Florida y de Rhadamés Trujillo, que al parecer lo
asesino la mafia panameña.
Es una historia triste, pero hay que
contarlas a las nuevas generaciones, porque a los aquella época, todavía añoran
al Benefactor de la Patria. Y gustaban que se dijera que en sus respectivos
hogares “ Trujillo era el Jefe”…
Texto LGP-PNS-imagen exterior).*
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