En Irak renace la reconciliación religiosa con
el viaje del Papa
Vaticano/Irak( PNS).__El viaje apostólico que termina de
realizar su Santidad, el papa Francisco a Irak, no solo crea puentes entre el
catolicismo y la religión musulmana en el Medio Oriente, crea además confianza,
cercanía y amistad.
La recepción que le ofreció el pueblo iraquí a Jorge
Mario Bergoglio, fue la que se le ofrece a un jefe de estado popular, no
populista.
A su llegada al aeropuerto de Bagdad, fue recibido con
todos los honores de un distinguido visitante,
en una nación musulmana, acostumbrada al silencio y la discreción,
especialmente cuando se trata de un tema tan delicado como el religioso entre
las dos corrientes más populosas del mundo en materia de religión, como es el catolicismo
y la religión musulmana.
Entre católicos y musulmanes suman algo más de 2.000
millones de seguidores o fieles, a las dos principales corrientes espirituales.
El catolicismo posee una matrícula mayor a los 1.300
millones de seguidores y los musulmanes algo más de 700.
Uno de los objetivos que desde el principio de su
Pontificado se trazó el papa Francisco fue el de la reconciliación religiosa
con otras corrientes religiosas en las que pudieran acercarse y entenderse como
seres humanos y no verse como adversarios.
Poco a poco su Santidad, el Papa Francisco lo ha ido
logrando en una carrera silenciosa, pero continua a favor de un acercamiento
con otras religiones, especialmente con el Islan.
A su regreso de Irak, celebró una Eucaristía en la
catedral Santa María la Mayor en acción gracias por el éxito de su
peregrinación.
Puede afirmarse sin riesgo de equívocos que el Papa fue
recibido y tratado en Irak, como en su propia casa del Vaticano en Roma.
El liderazgo religioso musulmán lo recibió y trató con un verdadero profeta y mensajero de Dios y la hermandad y la confianza afloró en todos sus encuentros.
El Papa bendice al pueblo y conversa con con sus gentes en Irak |
Hoy, después de siete viajes a naciones musulmanas, se
puede apreciar un acercamiento real y una confianza mutua. Lo que realmente
quería desde el principio el Papa Francisco.
Los iraquíes quedaron agradecidos de la presencia de su
Santidad y a partir de ahora se inicia una relación de entendimiento de plena confianza mutua.
El Papa dejó un mensaje claro en el Medio Oriente, no se
puede permitir que el terrorismo asesine en nombre de la religión. Los pueblos
tienen que tomar las riendas de sus respectivas sociedades y el sectarismo debe
de desaparecer.*
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