Se acelera la pobreza en el mundo con la pandemia del Covid 19
Las noticias que le llegan al mundo sobre la economía, la
alimentación y la falta de agua potable no son buenas ni prometedoras. Sólo en
América Latina se multiplicó la pobreza con más de 40 millones de pobres y desempleados.
Lo mismo ocurre en continentes como África, Asia, India,
y otros grandes territorios. La paralización de la economía transformó en sólo
un año la vida moderna y cómoda de las clases ricas y de los denominados de la
clase media.
Si continuamos por el mismo rumbo al final del 2021
habremos multiplicado los desempleados, hambrientos y apátridas itinerantes.
Se habla de una movilidad de más de 150 millones de
inmigrantes de todas las latitudes de nuestro planeta terráqueo, que no tienen
donde vivir, donde trabajar y con un futuro incierto.
Los alimentos escasean por la falta de producción y
mercadeo, y los empleos por igual, porque si el campo está limitado, las
fábricas cerradas y los presupuestos agotados no hay mucho espacio para donde
tomar otro camino.
Las naciones desarrolladas están abrumadas por el éxodo
masivo de trabajadores, que no hay donde colocarlo, mujeres y niños que buscan
alimentos y protección, pero las instituciones humanitarias también están
agotadas por las múltiples gestiones humanitarias que se acepten más
inmigrantes desplazados, pero no hay donde alojarlos.
Con respecto a la educación centenares de millones de
jóvenes, niños y adultos sin recibir el pan de la educación, en los lugares
exclusivos donde llega la red de la Internet, al menos pueden recibir clases
virtuales.
Con relación al acceso de del agua potable millones y
millones de seres humanos no disfrutan de agua limpia y purificada, y otros ni
siquiera contaminada. 450 millones de niños según lo establece la Unicef, no tienen
la oportunidad de bañarse con agua limpia y sin contaminación, pero tampoco
para el consumo familiar.
Pero el drama más estremecedor del mundo de hoy es el
éxodo migratorio de niños y jóvenes que
pululan por el mundo sin fecha de llegada, ni futuro esperanzador.
Desde el continente africano nos llegan millones de
migrantes que buscan establecerse en Europa o en Norteamérica, pero en ambos
territorios ya no hay cabida para atender de alojamiento, a la alimentación, la medicina, o la educación. Es decir, el
desborde inmigratorio ha colapsado los servicios indispensables para atender a
tantos necesitados.
Los jóvenes y niños ( no acompañado por sus padres) forma
una cadena humana interminable desde Centro América hacia Norteamérica, en una
caravana de la muerte, porque tanto México, como estados Unidos no tienen dónde
alojarlos, ni ofrecerles los servicios indispensables para una masa humana
necesitada y sedienta de todo.
El tráfico de seres humanos está floreciente, debido a la
irresponsabilidad de los gobernantes del Triangulo Norte, y la red mafiosa de
los coyotes que mantienen un negocio multimillonario, con el tráfico de los
nuevos esclavos del siglo veintiuno.*.
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