Operación Anti/Pulpo y el
encarte de Odebrecht en RD
La corrupción administrativa
en el mundo globalizado es un mal endémico, y bien protegido en las redes
mafiosas, que roban la mayor cantidad de
dinero a los contribuyentes del mundo.
Las redes mafiosas se
empoderaron de la sociedad italiana posiblemente entre los siglos XX y XXI,
pero esta práctica de latrocinio público no es nueva, es antiquísima y ya en la
Edad Media, a partir de la Era Industrial, comenzó a empoderarse en naciones y
continentes.
En la época de la transición
agrícola a la industrial, en continentes tan
viejos, como Europa, el medio
Oriente y en el Asia, se compraban y se
vendían las posiciones de mando
eclesial, militar y de gobernabilidad.
En Europa había un mercado
consentido y floreciente entre la
Iglesia católica y los terratenientes, donde se vendían y compraban altos cargos del Clero
romano, a cambio de grandes posesiones de terrenos, o grandes sumas de dinero.
Posiblemente, de esa práctica antigua fue que se fomentó el surgimiento de la archí-famosa
mafia italiana, respetada en el el mundo
civilizado por sus métodos criminales y de latrocinios indiscriminados.
Así se ha ido fomentando en
el mundo del siglo XXI, ese sistema
criminal y mafioso en continentes como el americano, pero también, en el Asia y en el resto del planeta
terráqueo.
Los escándalos de corrupción
y de latrocinios públicos han estado a la orden del día en Estados Unidos,
Europa, Estados Unidos y América Latina desde hace más de una centuria.
Los más impactantes de los
primeros 20 años del siglo actual a nuestro juicio, han sido ejecutados en países como Estados Unidos, España, Rusia,
China y el Medio Oriente.
En Latinoamérica, la
pandemia de la corrupción arropa de
hecho a las 34 naciones del sistema americano que se rige bajo la orientación política de la
Organización de Estados Americanos (OEA).
Pero en este artículo sólo
vamos a escribir sobre la corrupción en Brasil, México, Venezuela, Colombia y Panamá,
entre otro, estas naciones están al borde de que se le declare como “estados
fallidos o sistemas fracasados”. Pero si aterrizamos en el área del Caribe, es
una podredumbre espantosa, Cuba, Puerto Rico, Haití y la República Dominicana.
El escándalo más impactante
y grosero a nuestro juicio ha sido el de la de la constructora brasileña
Odebrecht, para lograr obras de construcción a su favor compraba a gobiernos y
funcionarios con sobornos que pagaban los contribuyentes donde construían, dañaron la economía hasta donde llegaban sus
tentáculos. Todavía en RD, el proceso contra esa multinacional continúa y en
pocos días los encartados irán a juicio de fondo.
Mientras los dominicanos no
salíamos del asombro del impacto del caso Odebrecht, nos encontramos ahora enfrentando un entramado
de corrupción que envuelve a la familia del ex presidente Danilo Medina.
El Ministerio Público ha denominado a esa
mafia familiar, como “Operación
Anti-Pulpo”, en la que aparece envuelta de arriba hacia abajo la familia del ex
presidente peledeísta que dejó el cargo apenas 16 de agosto pasado.
Los encartados en esta trama
de corrupción y latrocinio son 11 hasta el momento, pero hay muchos más, según
adelantó, la Procuraduría general de la República, la organización mafiosa la
dirige Alexis Medina Sánchez, hermano
del ex gobernante, y aparecen involucradas también en la trama otras tres hermanas. Anoche se le conoció prisión
preventiva de tres meses a siete, de los encartados, tres a preventiva domiciliaria y uno en plena
libertad.
La prisión es de tres meses,
mientras se desarrolla la investigación.
Los ladrones del entramado le han llevado miles y miles de millones de pesos al patrimonio del Estado dominicano.
( pnsnoticias@gmail.com).
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