El populismo político es la
nueva modalidad de gobernar en un mundo controvertido, confundido, e
irrelevante, cuando se trata de elegir a
un nuevo gobernante a través del voto popular que garantiza la Constitución de
cada país, y el sistema democrático
representativo por el que se rige la mayoría de las naciones de Occidente y el
mundo.
El populismo no es malo en sí,
este ejercicio de la política se fundamenta en derechos y
libertades fundamentales, que consagra la Carta Magna de cada nación, que la que rige un sistema político que garantiza la elección de los gobernantes
populistas que eligen los
pueblos a través de un voto libre.
Ahora bien, si esta modalidad no es negativa y no agrede los derechos del elector, pudieras
pensarse que el populismo, es una
panacea para los nuevos tiempos, sin embargo, los gobernantes que resultan de
ese populismo libertino, se convierten
en dictadores y creen que pueden actuar
como “faraones, pero terminan como verdaderos fanfarrones.
Nayib Bukele, presidente de El Salvador,
populista y con aspiraciones de dictador
Lo hemos visto en naciones
de Europa, por ejemplo, en Francia,
con Enmanuel Macrón, en Italia y su primer ministro,
Giuseppe Conte y su Movimiento 5.
También en España, con Pedro
Sánchez, y con otros gobernantes del
viejo continente, que optaron por el
populismo.
Lo de faraón, dictador, o
fanfarrón, se aplica a gobernantes de la categoría de Donald Trump, presidente
de los Estados Unidos, en representación del Partido Republicano.
De Jair Bolsonaro,
presidente de Brasil. De Rodrigo Duterte, Presidente de Filipinas, de Daniel Ortega,
presidente de Nicaragua., de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela,
de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, así como de otros
gobernantes que abrazaron la modalidad del populismo, que a decir verdad, no es
una ideología política, sino un estilo, que se puso de moda recientemente, pero que
tiende a desaparecer.
Quiero dedicar algunos
párrafos a la gestión de algunos de estos gobernantes populistas: Comienzo con
Donald Trump, se comporta como una verdadera bestia, un gobernante sin principios, sin modales y displicente,
con su estilo agrede al sistema político norteamericano y con sus estupideces pasará a la historia
como el gobernante más negativo que haya tenido la historia de la nación
norteamericana. Ha sido un verdadero fiasco
desde que inició su gestión administrativa.
Jair Bolsonaro y Donald Trump celebran el encuentro del fracaso
Algunos analistas políticos
del Hemisferio occidental dan crédito de buena gestión económica y en cierta medida
es cierto, pero en tiempo mediático que
favorecía Trump y la gestión republicana.
Pero esa mejoría económica fue en su primer tercio de mandato, pero la misma no
mejoró el estilo de vida, de los
trabajadores de a pies, los de salarios mínimo, ni a la clase paupérrima de
los estadounidenses, donde (más de 50 millones de pobres están pasando hambre, la sexta parte de la
población estadounidense.
Esa mejoría sólo existió
antes de que llegara el Covid 19, que lleva 116 mil fallecidos, 2.07 millones
de contagios y 623 mil recuperados.,
todo una tragedia que apunta a la torpeza gubernamental del de un presidente
sin experiencia, ni educación, y que maneja a su estilo único un gobierno
cerrado que no solo perjudica su reelección que de antemano perdió, sino que
además agrede la inteligencia de los norteamericanos.
Rodrigo Duterte, otro de los populista dio orden de matar al que viole el toque de queda por la pandemia en Filipinas y a los ladrones lo mantiene a raya, porque le espera un paredón moderno
La pandemia y sus consecuencias nefastas. Los
dos gobernantes que han minimizado la pandemia, son los que mayor impacto han
tenido dentro de su población. Donald Trump, culpando a China, de fabricar el virus covid 19 y difundir la
pandemia por el mundo, y Jair Bolsonaro, diciendo que es “Una gripe pasajera”.
Ambos países, Estados Unidos y Brasil, se han convertido en el foco principal del
continente americano, y donde se produce la mayor mortalidad poblacional.
A eso se debe el rechazo unánime. Los dos
gobernantes más rechazados en la actualidad, son esas dos figuras egregias,
Trump y Bolsonaro, cada uno por su lado perdió la oportunidad de reelegirse en su
respectivo país.
La historia del coronavirus
es reciente, los datos se procesan cada día, también los errores y fracasos de
los que debieron prever a tiempo y no lo hicieron.
Una labor triste y con un
futuro incierto. En la escena mundial aparecen
también, los gobernantes
indeseables, que cobijándose bajo la
sobrillas del populismo tratan de apabullar, a los que no coinciden con su línea de
pensamiento político, éstos no son faraones, ni dictadores de importancia,
son imbéciles y fanfarrones. (
pnsnoticias@gmail.com).
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