Estados Unidos en llamas…los negros y migrantes piden…
respirar…George Floyd fue el detonante/
Una fianza de 750 mil
dólares para los cómplices del policía asesino de George Floyd, Derek Chauvin, no cura la herida profunda de la comunidad
afroamericana, de la latina y de los millones de migrantes que viven y han
formado familias y su hogar definitivo r en tierras del continente
estadounidense, a base de esfuerzos extraordinarios.
El odio racial no es nuevo
en Norteamérica, nació junto a la creación de los Estados Unidos de América, los indios
norteamericanos eran los genuinos
estadounidenses, pero los invasores extranjeros lo despojaron de sus tierras y
su ciudadanía, cercenaron sus hábitos culturales y finalmente lo extinguieron,
al extremo, de que en la actualidad
quedan pocas tierras de reservas indígenas, y los pueblos que las habitan, se mueren de hambre y de enfermedades.
El afroamericano George Floyd, asesinado por el policía Derek Chauvin |
De tal forma que cuando no le mata el hambre
en sus “reservas”, los diezman las enfermedades, que son causadas por la contaminación
ambiental.
Eso mismo trataron de hacer
los antepasados europeos, eliminar a los
nativos y quedarse con el botín. Los Peregrinos del Mayflouer se constituyen en
un buen ejemplo, aunque
eran forasteros e ingleses de nacimiento, fueron hábiles colonizadores que en poco tiempo
desplazaron a los indios nativos de las plantaciones productivas.
En Cambio, los afroamericanos continúan siendo considerados
como esclavos (modernos), pero sin
derecho al disfrute de la bonanzas norteamericanas y su utilidad como
ciudadanos se plantea como necesaria
solo, para el desempeño de trabajos pesados, que rechazan los blancos y supremacistas, igual
le ocurre a las otras etnias migrantes,
salvo las de los europeos, los
italianos, alemanes y caucásicos., éstos
gozan de privilegios asfixiantes
Los latinoamericanos y
caribeños, sufren las mismas
discriminaciones, que los indios
americanos, los negros y todos los
colectivos migrantes que proceden desde
las diversas naciones del mundo y que
buscan el truncado sueño americano.
Puede un millón de dólares
de fianza devolver la vida a un ciudadano afroamericano, claro que no, como
tampoco lo podría hacer, con la vida de
un supremacista, o xenófobo de la casta
blanca estadounidense.
Ese precio fue el que la
Fiscalía de Minniapolis, le puso a los tres policías cómplice, en el crimen contra George Floyd, cometido por el
verdugo, Derek Chauvín. El crimen fue
alevoso y premeditado, lo testifica Maurice Lester Hall, que ocupaba un asiento
como pasajero, en el vehículo Floyd, en
el momento de la detención.
Hall, es ahora, el testigo clave de la Fiscalía contra Derek
Chauvín, y sus tres cómplices quienes
completaban la patrulla policial.
Derek Chauvin presionando con la rodilla el cuello de George Floy |
Este arresto y posterior crimen
ha provocado que Estados Unidos arda en llamas de punta a punta, que haya
saqueos, robos y vandalismo, agresiones a policías y a civiles y una cadena nacional de protestas, de ciudadanos negros, latinos, blancos y ciudadanos de todos los orígenes en los
Estados Unidos.
Maurice Hall, dijo también
al NYT que había visto cuando sacaron a Floy de su vehículo, lo entraron a un carro de patrulla, lo tiraron al suelo, y
Chauvin le puso una pierna al cuello que no le dejaba respirar, y las últimas
palabras de Floyd fueron “No puedo respirar”, la policía luego llamó una
ambulancia-dijo Hall al NYT- y fue al
día siguiente, cuando Maurice Lester
Hall, se enteró de la muerte de su viejo
amigo. ( pnsnoticias@gmail.com).
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