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viernes, 25 de enero de 2019

La crisis de Venezuela en la Pluma LGP/Editor-director de PNS Noticias.Com



¿Dos presidentes en Venezuela…pero solo uno tiene gobernabilidad real?

Era previsible que aconteciera la proclamación de un nuevo liderazgo oposicionista en Venezuela.
Nicolás Maduro y Diosdardo Cabello, los dos

 ginetes del Apocalisis en la crisis de Venezuela
La democracia venezolana zozobró desde el mismo momento en que apareció la figura del comandante Hugo Chávez en el escenario político venezolano, quien,  en la búsqueda de popularidad y solidaridad continental, se inventó una …Revolución Bolivariana, que no pasó el primer examen de prueba en Venezuela, tampoco,  lo logró en el continente latinoamericano.
Cierto es que no  lideró solo,  su Revolución, fundamentada en un socialismo bolivariano trasnochado y desfasado, porque encontró,  a gobernantes como Rafael Correa, de Ecuador, Evo Morales, de Bolivia, y Fidel y Raúl Castro, de Cuba, y Daniel Ortega de Nicaragua, que les acompañaron en su Vías Crucis.
Pero los gobernantes que respaldaron la Revolución de Hugo Chávez Frías, cada uno en su puesto de mando,  confrontaban sus propios problemas y habían saboreado el fracaso del comunismo del siglo veinte y el socialismo estalinista.
El Grupo de Lima, compuesto por 14 países de América 

Latina, le dio el tiro de gracias al presidente Nicolás Maduro
Rusia y China,  son los mejores ejemplos del fracaso del comunismo ortodoxo, del que se desprende el socialismo ideológico que utilizan como bandera de lucha,  las células frustradas del izquierdismo latinoamericano.
Todavía nos encontramos con voceros izquierdistas que siguen creyendo que los huevos de gallina son un invento del comunismo-socialista.
Rusia, después vivir sumida por 71 años bajo la égida del comunismo ortodoxo, cambió de rumbo, renovó su liderazgo, cambió el patrón de su economía y hoy es una Federación capitalista,  que ni siquiera se preocupa por recordar el pasado de un comunismo-socialista que dejó atraso y frustración.
Fidel Castro, amigo de Hugo Chávez, y Nicolás Maduro,
 pupilo del comnadante Chávez, el hedero del chavismo, que nadie pensaba se convertiría en un dictador. Chávez y Fidel, genuinos revolucionarios, Maduro un charlatán que aspira a convertirse en un dictador a perpetuidad.
La izquierda Latinoamericana zozobró por falta de un liderazgo consistente.
De la efervescencia socio- comunista de mediado del siglo pasado,  sólo queda Cuba como estandarte,  de una Revolución que parece no tener fin para concretizar sus postulados de principios y hoy 60 años después de la iniciativa, en la Cuba post Fidel Castro se necesita de todo, porque hay carencia de todo.
Fidel Castro, el hombre que lideró la Revolución cubana y parte del izquierdismo latinoamericano, junto a figuras como el Che Guevara, Daniel Ortega y su séquito de la Revolución sandinista,   cosechó muchos éxitos, pero también muchas frustraciones y experiencias amargas, incluyendo el sacrificio del Che Guevara, asesinado por la Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) y por el fracaso total del sandinismo en Nicaragua.
Sesenta años después,  les sobreviven su hermano Raúl,  y Luis Díaz Canel, como presidente y un montón de revolucionarios ancianos, que no saben a ciencia cierta si la Revolución cumplió con su cometido, o si todavía están a medio camino.
Es difícil predecir,  si la Revolución cubana fue exitosa y cumplió las metas que se trazó su liderazgo en seis décadas de existencia, porque Cuba siendo una nación empobrecida y subdesarrollada, aunque alcanzó muchos logros en materia de salud y medicina. Al igual que en el campo de la educación y un enorme avance científico.
Lo que sí se sabe,  es que Fidel Castro fue un  líder indiscutible a nivel mundial, y que su ejemplo,  valentía,  y heroísmo no pueden ser imitados por un tartufo cualquiera como el que gobierna en Venezuela,  que lleva el nombre de Nicolás Maduro Moro.
En anteriores ocasiones hemos planteado que ni siquiera Hugo Chávez Frías, podía imitarlo, o creerse heredero de un patrimonio humano de la reciedumbre de un  Fidel Castro.
Al igual que la Revolución cubana todavía está inconclusa con más de medio siglo de existencia, ocurre con el falso apostolado del socialismo bolivariano que predica Nicolás Maduro.
Ni Chávez era capaz,  de la herencia revolucionaria castrista, ni Nicolás Maduro, del pensamiento revolucionario de Hugo Chávez.
Mientras Fidel Castro,  era un ideólogo del pensamiento marxista-leninista, Chávez,  era un pensador de formación castrense, y que imbuido de una  doctrina militar trató de saltar a la fama y gobernabilidad de los venezolanos a través de un golpe militar. Desde los cuarteles de su guarnición militar.
 Ideológicamente estos tres personajes de la historia reciente, Fidel Castro liderando la Revolución en  Cuba y a la izquierda latinoamericana, Hugo Chávez, militar rebelde,  que ejerce y aplica sus conocimientos castrenses para ascender al poder en Venezuela y Nicolás Maduro, conductor de autobuses de profesión, favorito de Chávez, quien en su lecho de muerte le  recomienda que sea él su relevo, hay diferencias abismales ideológicas, de capacidad política y de liderazgo populista.
La soledad y la pérdida del poder frustran a los gobernantes. Parece que   Nicolás Maduro, y Diosdardo Cabello, junto a su camarilla, comienzan a perder impulso revolucionario y popularidad en la corriente chavista.
Los acontecimientos del 23 de enero  del 2019 no quedarán como una lápida recordatorio, habrá consecuencias. El liderazgo político continental está en contra del gobierno de Maduro en una inmensa mayoría. Las Fuerzas Armadas venezolanas dicen que lo respaldan, pero los institutos castrenses siempre bailan,  en el salón que mejor le acomode.
Los guardias venezolanos no tienen capacidad económica,  ni logística para enfrentar el poderío militar y logístico estadounidense,  tampoco soportarían sanciones económicas de los gobiernos de América Latina, que en mayoría,  desconocen a Maduro y reconocen a Juan Guaidó, un diputado venezolano, desconocido hasta el 23 de enero, pero que hoy surge como presidente constitucional de Venezuela, con el poder que le otorga la Asamblea Nacional de Venezuela, el legítimo (Parlamento). (PNS Noticias.Com).

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