¿Dos presidentes en Venezuela…pero solo uno tiene gobernabilidad real?
Era
previsible que aconteciera la proclamación de un nuevo liderazgo oposicionista
en Venezuela.
Nicolás Maduro y Diosdardo Cabello, los dos
ginetes del Apocalisis en la crisis de Venezuela
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Cierto es que no lideró solo, su Revolución, fundamentada en un socialismo bolivariano
trasnochado y desfasado, porque encontró, a gobernantes como Rafael Correa, de Ecuador,
Evo Morales, de Bolivia, y Fidel y Raúl Castro, de Cuba, y Daniel Ortega de
Nicaragua, que les acompañaron en su Vías Crucis.
Pero los gobernantes que
respaldaron la Revolución de Hugo Chávez Frías, cada uno en su puesto de mando,
confrontaban sus propios problemas y
habían saboreado el fracaso del comunismo del siglo veinte y el socialismo
estalinista.
El Grupo de Lima, compuesto por 14 países de América
Latina, le dio el tiro de gracias al presidente Nicolás Maduro
|
Todavía nos encontramos con
voceros izquierdistas que siguen creyendo que los huevos de gallina son un
invento del comunismo-socialista.
Rusia, después vivir sumida
por 71 años bajo la égida del comunismo ortodoxo, cambió de rumbo, renovó su
liderazgo, cambió el patrón de su economía y hoy es una Federación capitalista,
que ni siquiera se preocupa por recordar
el pasado de un comunismo-socialista que dejó atraso y frustración.
La izquierda Latinoamericana
zozobró por falta de un liderazgo consistente.
De la efervescencia socio-
comunista de mediado del siglo pasado, sólo queda Cuba como estandarte, de una Revolución que parece no tener fin para
concretizar sus postulados de principios y hoy 60 años después de la
iniciativa, en la Cuba post Fidel Castro se necesita de todo, porque hay
carencia de todo.
Fidel Castro, el hombre que
lideró la Revolución cubana y parte del izquierdismo latinoamericano, junto a
figuras como el Che Guevara, Daniel Ortega y su séquito de la Revolución
sandinista, cosechó muchos éxitos, pero también muchas
frustraciones y experiencias amargas, incluyendo el sacrificio del Che Guevara,
asesinado por la Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) y por el
fracaso total del sandinismo en Nicaragua.
Sesenta años después, les sobreviven su hermano Raúl, y Luis Díaz Canel, como presidente y un
montón de revolucionarios ancianos, que no saben a ciencia cierta si la Revolución
cumplió con su cometido, o si todavía están a medio camino.
Es difícil predecir, si la Revolución cubana fue exitosa y cumplió
las metas que se trazó su liderazgo en seis décadas de existencia, porque Cuba
siendo una nación empobrecida y subdesarrollada, aunque alcanzó muchos logros
en materia de salud y medicina. Al igual que en el campo de la educación y un
enorme avance científico.
Lo que sí se sabe, es que Fidel Castro fue un líder indiscutible a nivel mundial, y que su
ejemplo, valentía, y heroísmo no pueden ser imitados por un
tartufo cualquiera como el que gobierna en Venezuela, que lleva el nombre de Nicolás Maduro Moro.
En anteriores ocasiones
hemos planteado que ni siquiera Hugo Chávez Frías, podía imitarlo, o creerse
heredero de un patrimonio humano de la reciedumbre de un Fidel Castro.
Al igual que la Revolución
cubana todavía está inconclusa con más de medio siglo de existencia, ocurre con
el falso apostolado del socialismo bolivariano que predica Nicolás Maduro.
Ni Chávez era capaz, de la herencia revolucionaria castrista, ni
Nicolás Maduro, del pensamiento revolucionario de Hugo Chávez.
Mientras Fidel Castro, era un ideólogo del pensamiento
marxista-leninista, Chávez, era un
pensador de formación castrense, y que imbuido de una doctrina militar trató de saltar a la fama y
gobernabilidad de los venezolanos a través de un golpe militar. Desde los
cuarteles de su guarnición militar.
Ideológicamente estos tres personajes de la
historia reciente, Fidel Castro liderando la Revolución en Cuba y a la izquierda latinoamericana, Hugo
Chávez, militar rebelde, que ejerce y
aplica sus conocimientos castrenses para ascender al poder en Venezuela y
Nicolás Maduro, conductor de autobuses de profesión, favorito de Chávez, quien
en su lecho de muerte le recomienda que
sea él su relevo, hay diferencias abismales ideológicas, de capacidad política
y de liderazgo populista.
La soledad y la pérdida del
poder frustran a los gobernantes.
Parece que Nicolás Maduro, y Diosdardo Cabello, junto a
su camarilla, comienzan a perder impulso revolucionario y popularidad en la
corriente chavista.
Los acontecimientos del 23
de enero del 2019 no quedarán como una
lápida recordatorio, habrá consecuencias. El liderazgo político continental
está en contra del gobierno de Maduro en una inmensa mayoría. Las Fuerzas Armadas
venezolanas dicen que lo respaldan, pero los institutos castrenses siempre
bailan, en el salón que mejor le
acomode.
Los guardias venezolanos no
tienen capacidad económica, ni logística
para enfrentar el poderío militar y logístico estadounidense, tampoco soportarían sanciones económicas de
los gobiernos de América Latina, que en mayoría, desconocen a Maduro y reconocen a Juan Guaidó,
un diputado venezolano, desconocido hasta el 23 de enero, pero que hoy surge
como presidente constitucional de Venezuela, con el poder que le otorga la
Asamblea Nacional de Venezuela, el legítimo (Parlamento). (PNS Noticias.Com).
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