Por
lo que estamos presenciando en el 2018 debemos aceptar como una realidad este
concepto político que aparenta disímil en la cultura política continental, pero
que en lo que transcurre del presente siglo parece un matrimonio entre una
doncella de 18 años y un “viejo verde” cincuentón.
Démosle
un vistazo a las naciones latinoamericanas en su conjunto y ya encontraremos
las causas por la qué se produce esa convergencia, una alianza como se dice el
argot popular de “maco y cacata”.
PRESIDENTES DE LOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA (2017)
- Argentina: Mauricio Macri.
- Bolivia: Juan Evo Morales Ayma.
- Brasil: Michel Temer.
- Chile: Verónica Michelle Bachelet Jeria.
- Colombia: Juan Manuel Santos Calderón.
- Costa Rica: Luis Guillermo Solís.
- Cuba: Raúl Modesto Castro Ruz.
- Ecuador: Lenín Boltaire Moreno Garcés.
- El Salvador: Salvador Sánchez Cerén.
- Guatemala: Jimmy Morales.
- Haití: Jovenel Moïse.
- Honduras: Juan Orlando Hernández Alvarado.
- México: Enrique Peña Nieto.
- Nicaragua: José Daniel Ortega Saavedra.
- Panamá: Juan Carlos Varela Rodríguez.
- Paraguay: Horacio Manuel Cartes Jara.
- Perú: Pedro Pablo Kuczynski.
- República Dominicana: Danilo Medina Sánchez.
- Uruguay: Tabaré Ramón Vázquez Rosas.
- Venezuela: Nicolás Maduro Moros.
3. RELACIONADO
Comencemos
por Cono Sur, en Chile, la dictadura de Augusto Pinochet, hizo de todo lo que
no se debe hacer en un sistema democrático.
Crímenes políticos, exilio
compulsivo, latrocinio de propiedades públicas, para acreditárselas al dictador Pinochet, o a
familiares cercanos o al círculo de amigos del dictador.
Luego de la tormenta, apareció la calma, con la presencia de
gobernantes demócratas, como Sebastián Piñera, y Michelle Bachelet, entre
otros, aunque, con sus defectos de una cultura permisiva, y
algunos conatos de corrupción...
En
Argentina, Juan Domingo Perón, hizo
historia escudándose y protegiéndose en la clase obrera-trabajadora, que no
sólo le permitió gobernar hasta el final de su ocaso, sino que además, permitió enrolar a su esposa Isabel Perón, en
el colectivo sindical, y muchos argentinos de la época, sostienen que ella tuvo más poder que el
propio Perón.
Luego
vino la debacle, un par de gobernantes corruptos y permisivos que la situación
política derivó en la dictadura militar que se extendió desde 1976 hasta 1983,
es decir, que los argentinos tuvieron
bajo los efectos de una dictadura sangrienta y criminal hasta mediado de la década de los ochenta.
Este régimen militar hizo todo lo que nunca se debía hacer en un gobierno civilizado,
crímenes políticos, enfrentamiento con la Iglesia católica, secuestro de
millares de niños y líderes políticos contrario a la dictadura , desaparición
de ciudadanos de ambos género, especialmente políticos connotados, del sector
de la juventud y un latrocinio público desmesurado que nunca falta en una
dictadura.
Pasada
la dictadura militar Argentina, retorna los gobiernos populistas de Raúl
Ricardo Alfonsín, Carlos Menem, Néstor
Kirchner y Cristina Kirchner, siendo el
último de la cosecha, el de Mauricio
Macrí, que enfrenta serios problemas económicos y de conducción gubernamental.
La democracia representativa siempre es
beneficiosa a la sociedad y a las naciones que la establecen como norma de
sistema político , y de ahí es que nos preguntemos como coexisten con dictaduras
militares o con regímenes que aparentan ser democrático, pero que en el fondo
son regímenes de fuerza o totalitario.
Ejemplos
tenemos suficientes con las dictaduras que ha tenido que soportar el continente
latinoamericano, no hay que enumerar a los países, porque todos han sido castigados
en un momento de su vida independiente y soberana por un dictador de marra o un
político perverso.
Brasil
se convirtió en el gigante de la economía latinoamericana desde que pudo
establecer gobiernos de orientación democrática, sepultando así su reciente historia de las dictaduras
militares.
Colombia
se desarrolla a ritmo acelerado y su economía se inserta rápidamente en el
concierto de los grandes exportadores del continente, luego de retornar a la
democracia.
Panamá,
se desarrolló comercialmente luego de que saliera de sus gobernantes
dictadores, especialmente de dictador Noriega, lo mismo ocurrió con Uruguay, este pequeño
país de la América del Sur, goza de
prestigio y de una economía sana.
A
Paraguay no le ha resultado fácil,
porque en ese país la dictadura de
Alfredo Stronner, fue brutal, duradera y sanguinaria, se afirma que la
más sanguinaria del Hemisferio, pero los paraguayos luchan por su desarrollo y
por restablecer la cultura democrática en su nación.
Perú,
se encamina a marcha acelerada a
insertarse como un exportador mundial de primera línea, y ello ha sido posible
gracias a su continuidad democrática,
esto le está permitiendo avanzar en el
concierto de naciones desarrolladas, luego de que terminara la
dictadura de Alberto Fugimori.
De
México que podemos escribir que sea cierto y atinado. Termina de celebrar un
proceso electoral con una convocatoria de 89 millones de electores, con media
docena de candidatos, y los comicios más violentos en la historia de la nación
azteca, pero tienen un gobierno democrático y representativo.
Su
nuevo presidente izquierdista de centro. A pesar de ser un político polémico y perder dos veces en elecciones
pasadas, ahora se proyecta como un gobernante de cambio y reconciliación
.Andrés
Manuel López Obrador, es a partir de ahora el presidente de una nación con más
de 100 millones de habitantes, con muchos problemas, pero con muchas
oportunidades, promete eliminar la
corrupción en México, que lo vemos como algo imposible, pero cuando hay
voluntad, el pueblo responde positivamente.
Hablemos de la convivencia democrática y
las dictaduras. Venezuela, atraviesa
una de las peores etapas de su vida independiente, con dos dictadores de último
cuño, Hugo Chávez Frías, 14 años en el gobierno y Nicolás Maduro, con dos
períodos de gobierno, es decir, con ocho años de gobernabilidad, lo que
equivale a una dictadura 22 años, pero en ambos casos cada uno de los
gobernantes, tanto Chávez, como Maduro, han reiterado su apego a la democracia.
Pero
este liderazgo apolítico, el de los dos presidentes ha contado con el apoyo irrestricto
del travieso y mañoso Tribunal electoral
venezolano, que no solo le ofrece visos de legalidad, sino que lo apuntala como
transparentes.
Pero
en Venezuela desde el primer gobierno de Chávez, hay una dictadura, como las hay actualmente en
Nicaragua, en Bolivia, en Cuba, y como
la hubo en Ecuador, con el izquierdista Rafael Correa, quien actualmente es
prófugo de la justicia ecuatoriana.
Para
sorpresa de los analistas políticos continentales, la zona más estable a nivel de gobernabilidad
en el Hemisferio occidental, es la zona del Caribe español y anglófono, hasta
en Haití, hay un gobernante elegido por su pueblo.
De
esta manera queda demostrado que la democracia representativa puede convivir
con la dictadura, aunque sea a
regañadientes. ( PNS).
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