Senado Brasil le dio:
¿Un golpe de estado a Dhilma Rousseff?
La Metralleta de Don Godo investiga causa y
efecto
Un maquillaje
de cuenta que termina con la Presidencia en Brasil. Parece
que la ex guerrillera y luchadora
democrática Dhilma Rousseff no pensó en las consecuencias al utilizar fondos públicos no autorizados por el
Congreso de su país, o quizás, depositó demasiada confianza en el Partido de
los Trabajadores (PT), o en su líder, el ex presidente Luis Ignacio Lula da
Silva, al asignar recursos públicos para
alimentar el presupuesto nacional que estaba deficitario en el tiempo que se desempeñaba como jefa de gobierno en Brasil.
Temer traicionó a Dhilma para quedarse en la presidencia |
Quizás, ameritaban una amonestación pública, pero
hasta el final del juicio de destitución no se le pudo comprobar latrocinio público, ni corrupción administrativa, que involucraran directamente su persona, en
cambio, la mayoría de los senadores que les condenaron si están fichados y
acusados públicamente, muchos de ellos en los tribunales brasileños y otros por
el rumor público.
Efectivamente, la destitución de la presidenta Rousseff es un verdadero golpe de estado, orquestado
desde el Congreso por los legisladores y políticos corruptos que contribuyeron
cuando ocupaban cargos públicos a la
ruina económica de esa poderosa nación sudamericana.
El precedente del ayer 31 de agosto 2016, es nefasto para la democracia continental
latinoamericana, porque ya no son los militares, los que organizan y ejecutan los golpes de
estado, sino, aquellos hombres y mujeres en los que el pueblo depositó su
confianza para llevarlo a ocupar un curul, para que legislaran a favor de los más
desposeídos, pero una alianza conspirativa y criminal está juntando a mansos y
cimarrones en los hemiciclos bicamerales y los políticos corruptos se salen con
la “ suya”, compran o se alían con los legisladores y tumban gobiernos sin violencia y destruyen la moral de los gobernantes elegidos por el pueblo.
Es el caso de Dhilma Rousseff, que fue
favorecida con 54 millones de votos libres y democráticos y 82
senadores la sacaron del poder, con el apoyo del vicepresidente Temer y por muchos
otros intereses espurios que están goleando a la democracia brasileña. El 31 de
agosto del 2016 será recordado como un día luctuoso para democracia hemisférica.
No creo, que la presidenta destituida abusara
de los fondos públicos para su uso personal o para usufructuarlos en el futuro. Lo que debió haber pasado fue que ella asimilada en el ejercicio poder y en el apogeo del partido que
le llevó al poder, entendiera que se podía manejar sin la necesidad del
escrutinio de sus adversarios y opositores, y que creyera por demás que no era
necesario contar con el voto legislativo.
Los legisladores apandillados con los políticos de derecha extrema dieron el tiro de gracia con el golpe de estado a Dhilma Rousseff |
Parlamentarios corruptos y apandillados. Como ocurre a lo largo y ancho del Hemisferio
occidental, los senadores y diputados cada vez legislan menos, y cobran más por un servicio ineficiente y en
ocasiones perjudiciales para los ciudadanos que lo llevaron a esos
hemiciclos, con la esperanza de mejorar su
calidad de vida y el de la sociedad que es la que aporta los votos para que cada
legislador pueda ocupar un curul.
Ahora estoy escribiendo del Parlamento brasileño,
pero luego le tocará a otra asociación de malecherores, en cualquier lugar de
nuestro continente, que necesita y merece mejores dirigentes políticos y
ciudadanos sensatos, y no la cáfila de políticos rateros que actualmente
estamos obligados a ver y pagar sus
servicios en las Cámaras de Diputados y de Senadores, los cuáles son verdaderos gánsteres de la política.
Un nefasto precedente para la democracia
continental. Es cierto, que en Brasil hay corrupción política y
administrativa, pero en el caso de la presidenta Rousseff, como que hubo un
interés especial para destituirle, y ella tiene razón, cuando dice que se orquestó una conspiración
desde el Senado de su país para hacerle daño.
De enriquecimiento ilícito no se le pudo
acusar, sino de “maquillar”, dinero del erario público para invertirlo en
algunos de los Ministerios de su gobierno, que necesitaban dinero urgente para
seguir funcionando con normalidad. Puede ser cierto, que ella no informara a la
instancia parlamentaria correspondiente a tiempo, pero si el dinero se invirtió en
necesidades comprobadas de su administración, lo que procedería hubiese sido una amonestación
pública, pero la destitución es degradar su investidura.
Lula da Silva en el ojo de la tormenta. Soy de lo
que pienso que la persecución a Dhilma Rousseff no iba dirigida a ella en
particular, sino al Partido de los Trabajadores y a su liderazgo. Y eso lo
confirma la acusación pública que un tribunal carioca ha formulado contra Luis
Ignacio Lula da Silva por malversación
de fondos públicos a su favor, se le
enrostra entre otras cosas: la tendencia
de un apartamento de tres niveles en una de las playas de Río de Janeiro, en
otras ocasiones se habló también, de los
“ recuerdos del presidente o de la presidencia de Brasil” que contenían una
fortuna en prendas .preciosas, a las que
se les añadía los regalos particulares al mandatario, que éste tenía
que dejar en el Palacio de Gobierno al momento de abandonar la
presidencia. Se le reclama a Lula da
Silva que explique la procedencia del dinero para comprar el inmueble
Lula da Silva será juzgado y probablemente
condenado, pero es difícil que le arrebaten en los tribunales su popularidad y
liderazgo, de igual manera pienso en que la presidenta Rousseff recuperará su
liderazgo y tarde o temprano volverá a la palestra pública, quizás con más
fuerza que la que tenía al momento de su destitución y con mayor aceptación
pública.@
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